En declaraciones a la agencia Lusa, el presidente, Jorge Batista da Silva, garantizó que la red de 500 sucursales está capacitada para prestar otros servicios, dependientes de los órganos del Estado donde haya limitaciones.
Matrimonios y divorcios son algunas de las responsabilidades que pueden asumir los notarios, según el presidente, que también quiere tener acceso a bases de datos para escrituras cuyos documentos sólo pueden obtenerse en una oficina de registro. Los notarios, por el momento, no pueden realizar todo tipo de escrituras.
"Hay servicios que no se pueden cerrar, esto tiene una gran repercusión en la vida de los ciudadanos", argumentó el mismo responsable, que añadió que el periodo estival es muy solicitado por los emigrantes para realizar escrituras y acciones: "En agosto es cuando más escrituras se realizan".
"Muchos no pueden hacer la escritura en otro momento. Es un problema que se ha ido agravando de año en año y tiende a agravarse, incluso por la edad media en la Función Pública. No podemos entrar en ruptura", lamentó Jorge Batista da Silva.
Los notarios también se declaran dispuestos a "ayudar a resolver las cuestiones pendientes relativas a los inmigrantes".
"La falta de personal se agrava normalmente en verano, con las vacaciones. Queremos que los servicios estén garantizados durante todo el año en todo el territorio", precisó.
"En los últimos cinco años, hemos invertido en la apertura de más de cien oficinas en el interior y en las islas, con el objetivo de acabar con la falta de servicios", dijo.
Se trata de una red pública, de gestión privada, con 500 sucursales, que, en opinión del presidente, podría prestar más servicios.
"Estamos, en cierto modo, limitados por el Estado en las competencias que nos asigna y en el acceso a las bases de datos", dijo.
"Queremos una cooperación que no lleve al cierre de servicios", subrayó.
La posición de la Orden fue transmitida a la ministra de Justicia, Rita Alarcão Júdice, en una reunión celebrada la semana pasada.