"Históricamente, las ventas durante la temporada de Navidad representan alrededor del 30% de las ventas anuales de bacalao en el mercado interno", dijo la Asociación de la Industria de Bacalao (AIB), en respuesta a Lusa.
A pesar de esperar que esta tradición se mantenga, la AIB no descarta que el consumo se vea afectado por algunas condiciones, como la incertidumbre sobre el aumento de los precios.
Este año, el precio del bacalao comercial, especialmente el tradicional, volvió a subir, una tendencia que se observa desde hace varios años debido a factores como la decisión de la Unión Europea (UE) de imponer sanciones económicas a Rusia por la guerra de Ucrania.
Según la asociación, Bruselas aplicó aranceles a la importación de bacalao ruso para su transformación por la industria europea.
Sin embargo, Noruega importa esta materia prima sin aranceles, "reprocesándola y reexportándola al mercado europeo sin barreras".
AIB también advirtió de que Rusia está procesando y enviando bacalao directamente a la UE, un proceso que no está sujeto a derechos de aduana, lo que crea una "incongruencia que beneficia a terceros".
La volatilidad del mercado mundial y el aumento de los costes de transporte y energía también contribuyen al alza de los precios.
Según estimaciones de AIB, el valor medio del bacalao ya ha superado, en muchos casos, los 20 euros por kilogramo (kg) y, sin cambios en la política europea, "podría alcanzar niveles de lujo, como 40 euros por kg, ya en 2025".
Ante este panorama, muchos portugueses han optado por un bacalao de menor calidad, han comprado en menor cantidad o simplemente han optado por piezas más específicas.
"La UE debe corregir urgentemente los errores cometidos derogando la fiscalidad incoherente y garantizando una competencia leal. La inacción del Gobierno portugués, resignado y pasivo, alimenta la sensación de desprotección por parte de la Unión, favoreciendo el crecimiento de movimientos euroescépticos y extremistas", destacó.
El bacalao es un recurso marino compartido, cuya gestión debe respetar factores como los intereses comerciales y la protección de la especie.
Según datos de la AIB, Portugal sigue siendo uno de los principales exportadores de bacalao, especialmente a los países de lengua portuguesa y a las comunidades de emigrantes, a pesar de que, hasta septiembre, se produjo una caída del 11%, en comparación con el mismo periodo de 2023.
Constituida en 1993, AIB es hoy una asociación empresarial y patronal, que promueve y desarrolla la actividad industrial del bacalao y defiende los intereses empresariales del sector.
Sus miembros representan más del 80% de la producción industrial de bacalao en Portugal, lo que corresponde a unos ingresos anuales de aproximadamente 400 millones de euros.