"La actividad económica impulsada por el evento debe contribuir a los ingresos fiscales entre 312 y 394 ME, lo que representa el 0,37% de los ingresos de 2023", dice el estudio de impacto económico y social de la Copa2030, elaborado por esa empresa para la Federación Portuguesa de Fútbol(FPF), al que tuvo acceso Lusa.
Esta cantidad es el resultado de los impuestos derivados del consumo, la producción y los salarios asociados con el impacto del evento, y estos resultados representan un retorno de alrededor de 36 euros en ingresos fiscales por cada euro invertido en infraestructura deportiva, cuyo valor debe ser de alrededor de nueve ME.
"[El valor] incluye las inversiones directamente atribuibles a la Copa del Mundo previstas en estadios y centros de entrenamiento, cuyo gasto se realiza en la economía nacional. En total, se estima una inversión de 10 ME", anticipa la consultora.
El evento también tendrá un impacto positivo en la balanza de pagos de Portugal, generando un superávit neto de más de 600 ME gracias al gasto de los visitantes internacionales y a las inversiones relacionadas con la actividad organizativa.
Como indican algunas conclusiones de este estudio divulgadas por la consultoría el 11 de diciembre, día en que la FIFA anunció oficialmente la candidatura ibero-marroquí como organizadora del evento dentro de seis años, la Copa2030 atraerá a Portugal entre 300 y 500 mil visitantes internacionales, generando un gasto directo estimado entre 500 ME y 660 ME en sectores clave como alojamiento, restauración, transporte y ocio.
"Este flujo económico, sumado a los gastos de organización y a la inversión en infraestructuras deportivas, contribuirá a un gasto total en la economía local de más de 730 ME", estima la entidad, que añade que "este dinamismo económico se traducirá en un impacto positivo en el PIB nacional, estimándose un impacto de entre 700 ME y 900 ME, equivalente al 0,27-0,34% del PIB de 2023".
En gastos de organización, la empresa contabiliza "gastos de organización de la FIFA activados localmente, atribuibles al evento", del orden de 140 ME.
Empleo
En cuanto al mercado de trabajo, prevé que "entre 18 y 23 mil empleos en Portugal deben estar asociados al evento, incluyendo los asociados directa, indirecta e inducida, en los diferentes sectores", lo que generará alrededor de 330 ME en salarios.
"La Copa del Mundo promoverá la diversidad laboral, con cerca de 11 mil empleos femeninos [más de la mitad de los empleos asociados al evento] y entre 1,2 y 1,5 mil jóvenes menores de 24 años", destaca la consultoría.
Además del empleo, el evento generará beneficios intangibles en la calidad de vida de los ciudadanos, ya que, según los análisis realizados, el bienestar percibido, medido a través de la disposición a pagar de los portugueses, tiene un valor estimado de entre 81 ME y 88 ME.
"Por cada euro invertido en infraestructuras deportivas, se generará un retorno de alrededor de 8,5 euros en bienestar, lo que refleja el impacto transformador del evento en la cohesión social, el orgullo nacional y la percepción de Portugal como un país unido y hospitalario", destaca la compañía.
Al acoger la Copa del Mundo de 2030, Portugal elevará su "reputación global" y tendrá nuevas "oportunidades para el comercio y las relaciones internacionales", indica la consultora, que espera, por ejemplo, un aumento de la inversión extranjera directa (IED) entre 104 ME y 313 ME.
Y concluye: "Los beneficios a largo plazo son múltiples y diversos, contribuyendo al desarrollo integral del país y dejando un legado duradero que va más allá del impacto socioeconómico inmediato".
El Estádio da Luz y el Estádio José Alvalade, ambos en Lisboa, y el Estádio do Dragão, en Oporto, son los 'escenarios' portugueses que acogerán partidos de la Copa del Mundo de 2030.