La región del Alentejo es la única del país sin ningún municipio que contemple o haya aprobado ya la tasa turística, a día de hoy, aunque en Évora la cámara decidió, en septiembre de 2024, iniciar el procedimiento para crear su reglamento. El proyecto se encuentra actualmente en fase de consulta.

Según un recuento realizado por Lusa, teniendo en cuenta las tasas vigentes este mes de enero, de los 278 municipios del continente, 27 ya aplican la tasa turística y al menos otros seis tienen previsto empezar a hacerlo este año.

Del total de 308 municipios portugueses, 40 ya la cobran y en nueve la iniciativa está en vías de comenzar en 2025.

En Madeira, siete de los 11 municipios cobran actualmente dos euros por noche, por un máximo de siete noches. Funchal, Santa Cruz, Santana, Ponta do Sol, Machico, Ribeira Brava y Calheta ya cuentan con la medida, mientras que Câmara de Lobos, São Vicente y Porto Santo prevén iniciarla en 2025. Queda, en la región, Porto Moniz, que no ha aplicado ninguna tasa.

Además de lo que ya ocurre en Lisboa, la capital de Madeira cobra una tasa a los visitantes que llegan por mar, con un valor unitario fijo de dos euros por pasajero que desembarca de un crucero en tránsito.

En las Azores, sólo los visitantes de los seis municipios de la isla de São Miguel, de los 19 del archipiélago, empiezan a pagar hoy una tasa de dos euros diarios por pernoctación, hasta un máximo de tres noches. Están en juego Ponta Delgada, Ribeira Grande, Lagoa, Vila Franca do Campo, Povoação y Nordeste.

Según el presidente de la Asociación de Municipios de la Región Autónoma de las Azores, Alexandre Gaudêncio, "todos los municipios de São Miguel, en esta primera fase, se preocuparon de aprobar los respectivos reglamentos, que ya han sido sometidos a [...] asambleas municipales".

En el Portugal continental, cada municipio fija su propia tasa y define las normas de aplicación, pero hay criterios comunes a todos, como la exención del pago para los niños (empiezan a pagar a partir de los 12 años en algunos casos, en otros más tarde) y las personas con discapacidad igual o superior al 60%, además de los ciudadanos que se alojan para recibir tratamientos médicos.

También hay municipios que excluyen de la tasa turística, al menos durante una noche, a quienes se encuentren en peregrinación religiosa a Fátima o Santiago de Compostela, como es el caso de Oporto y Caminha, este último desde septiembre.

Al igual que Caminha, Viana do Castelo exime, además de todas las demás excepciones, a quienes, debido a conflictos y desplazados de sus países de origen, residan temporalmente en Portugal.

La tarifa máxima cobrada hasta este mes en Portugal es de cuatro euros por noche, lo mismo que en Lisboa desde septiembre pasado. En la capital, el pago comenzó a aplicarse en enero de 2016 en las pernoctaciones de turistas nacionales (incluidos los residentes en Lisboa) y extranjeros en hoteles o alojamientos locales "hasta un máximo de siete noches por huésped y estancia", quedando exentos los menores de 10 años.

Inicialmente, el precio era de un euro por noche, pero en enero de 2019 subió a dos euros y hace cuatro meses se duplicó.

En 2024, Lisboa también empezó a cobrar la tasa turística por llegada por mar: dos euros por pasajero mayor de 13 años que desembarque de un crucero en tránsito.