Puedo ver el sentido de coleccionar cosas, sobre todo si al final vas a venderlas y sacar un beneficio enorme, pero ¿quién puede predecir lo que puede valer algo dentro de unos años? He oído que alguien colecciona botellines. ¿Botellines? ¿No tiene sentido? (Sé que alguien me dirá que acaba de vender su colección por una cantidad escandalosa).
Coleccionar cosas a menudo va de la mano de un interés por los objetos coleccionados y lo que representan; por ejemplo, coleccionar postales puede reflejar un interés por viajar. Sellos (una vieja afición, supongo), sacapuntas, bolsas para el mareo (espero que sin usar), incluso trozos de alambre de espino o conos de tráfico se han convertido en colecciones. Coleccionar cosas a menudo estimula el interés por la educación, y algunos coleccionistas se convierten en expertos en su campo. ¿Pero los botellines? Me imagino una sobremesa en la que se hable de tapones de botella y en la que el exceso de vino no sea la causa de que los invitados se queden boquiabiertos. (Disculpas a los coleccionistas de tapones de botella).
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¿Acaparador o coleccionista?
Los coleccionistas son una raza muy especial: se sienten impulsados a coleccionar un tipo concreto de objeto, ya sean piedras, ositos de peluche, pelusas navales (sí, me refiero a pelusas del ombligo) o lo que sea. Yo coleccionaba autógrafos de joven, como muchos otros, pero cuando todos mis compañeros de clase habían firmado y yo no conocía a nadie famoso, se me pasó el ansia de coleccionar.
Sin embargo, el acaparamiento es diferente, tiende a ser desorganizado y es cuando alguien puede tener dificultades persistentes para desprenderse de cualquier posesión. Los intentos de deshacerse de las cosas provocan una angustia considerable, no porque la persona quiera utilizarlas, sino por un impulso incontrolable de poseerlas. El acaparamiento puede causar problemas en las relaciones y en otras áreas importantes del funcionamiento.
Incluso la Familia Real tiene un coleccionista de "peluches", y se dice que hay una colección de 72 de ellos que deben colocarse meticulosamente en un orden especial sobre su cama. No sólo eso, antes de acostarse hay que sacarlos todos y colocarlos por la habitación en lugares fijos según una tarjeta plastificada que hay que consultar, y pobre de aquel que se equivoque.
Coleccionar puede acabar con el estrés
Cuando la gente colecciona cosas, suele ser porque esos objetos les parecen bellos o visualmente estimulantes -bellas artes, por ejemplo, o monedas, o antigüedades-, o quizá les proporcionan algún que otro recuerdo nostálgico. La pasión que siente un coleccionista cuando dedica tiempo a su colección es una forma estupenda de relajarse, ya que puede concentrarse mentalmente en su colección, lo que en última instancia podría distraerle del estrés cotidiano.
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Una gran evasión
Puede ser una gran evasión: quizás haya algo que decir sobre rebuscar en una caja de botellines para pasar una tarde tranquila, y recaudar dinero me parece bien: ¿quizás debería pedir a todos mis conocidos algunas donaciones para añadir a mi colección?
Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man.