Se ha confirmado que el fenómeno de viento extremo que azotó Peniche el domingo, causando daños en viviendas, fue un tornado, con rachas de entre 90 y 120 kilómetros por hora.

"Fue efectivamente un tornado por dos razones: el tipo de daños que se produjeron en áreas muy limitadas, mientras que, por otro lado, tenemos una fotografía que muestra claramente el vórtice sobre el agua a un kilómetro más o menos al suroeste de la ciudad de Peniche y que se habrá extendido sobre el agua antes de llegar a tierra", explicó a la agencia Lusa el meteorólogo Paulo Pinto, del IPMA.

Aunque no hay registros, a partir de cálculos de las escalas climáticas Fujita y Torro y teniendo en cuenta el tipo de daños causados, el meteorólogo estimó que el tornado produjo ráfagas "entre 90 y 115 a 120 kilómetros por hora".

Se produjo en torno a las tres de la tarde y "no habría durado mucho más de un minuto, dos minutos" en todo su ciclo, añadió.

Según el IPMA, durante la madrugada y la mañana del domingo, las regiones Norte y Centro de Portugal Continental fueron azotadas por una superficie frontal fría asociada a la depresión Floriane.

A pesar de que el núcleo estaba situado al suroeste de Irlanda, a unos dos mil kilómetros de Portugal, la superficie frontal fría se desplazó "bastante al sur y fue esta actividad la que se desarrolló, la que produjo el tornado de Peniche", en el distrito de Leiria, explicó.

Sin embargo, las condiciones meteorológicas existentes no eran previsibles y "fueron muy precoces" para la aparición de un tornado.

El tornado causó daños en 21 casas de la ciudad de Peniche, sin provocar víctimas ni desplazamientos, según el comandante local de los bomberos, José António Rodrigues.