El rediseño, que sustituye las históricas coronas nórdicas por símbolos de los territorios autónomos, se produce en medio del creciente interés mundial por Groenlandia y refuerza el compromiso de Dinamarca de preservar la unidad del reino.

Desde 1819, el escudo real sólo se ha cambiado tres veces, en 1903, 1948 y 1972.