Estas subidas salariales se consideran un paso positivo para atraer y retener a los trabajadores, con la esperanza de que el impulso impulse la economía, a pesar de los mayores costes para las empresas.
Un grupo de reflexión gubernamental prevé que la población de entre 15 y 64 años se reducirá en torno a un 20%, hasta los 62 millones, en las dos décadas que restan hasta 2040.