Este antioxidante, presente en verduras como el apio, el brécol, las zanahorias, las cebollas y los pimientos, atribuye sus efectos antienvejecimiento a su influencia sobre las endotelinas, proteínas esenciales para la comunicación celular.


A partir de estos resultados, esperan realizar nuevas investigaciones para averiguar si la luteolina puede aplicarse a la calvicie.