Durante el invierno, los visitantes pueden dejar de lado los paseos por la playa para evitar el viento frío. Sin embargo, es el momento perfecto para explorar algunas de las fortalezas más magníficas del Algarve y aprender un poco más sobre la historia de la región.
Lección de historia
El Algarve siempre fue una región que los pueblos que ocuparon el sur de Portugal consideraron muy importante. Ya fuera por sus tierras fértiles, que podían tener cultivos imposibles de cultivar en otras regiones, o incluso por su fácil acceso marítimo y su proximidad al Norte de África. En cuanto a los castillos, la ocupación árabe tuvo un gran impacto en ellos, ya que la mayoría de los castillos se construyeron cuando los moros ocuparon el Algarve. Cuando más tarde los reyes portugueses conquistaron el Algarve, algunos castillos se adaptaron a las necesidades del pueblo cristiano que vivía en la región.
La bandera portuguesa tiene siete castillos en sus diseños, y algunas personas creen que son los castillos del Algarve, que fueron conquistados durante la Reconquista. Esto demuestra la importancia de estos edificios para la historia portuguesa.
Castillo de Silves
El Castillo de Silves es uno de los castillos más famosos del Algarve. Construido con emblemáticas murallas de arenisca roja, es uno de los edificios mejor conservados de la región. Construido bajo ingeniería morisca, el castillo cuenta con gruesos muros y espectaculares torres rectangulares. Allí es posible visitar los grandes aljibes que guardaban el agua para el pueblo.
Silves fue capital árabe y también ciudad principal portuguesa. Marcó la conquista del Algarve, en 1249, cuando el ejército del rey Sancho I consiguió expulsar a los moros de la región, tras conquistar el castillo, que hoy es un importante monumento nacional.
Castillo de Castro Marim
Construido cerca del río Guadiana, el Castillo de Castro Marim fue un importante edificio para proteger la frontera oriental del Algarve. Sirvió a la región tanto por razones militares como para instalaciones de asentamiento, y se cree que está impreso como uno de los siete castillos de la bandera portuguesa.
Construido después de la Reconquista, el castillo no tiene herencia arquitectónica morisca, lo que se aprecia en las torres redondas. El castillo de Castro Marim fue construido durante el reinado del rey Afonso III, hacia 1274. Sin embargo, la cerca que contornea la colina donde se asienta el castillo, fue construida en 1279, durante el reinado del rey Dinis, tras perder la villa de Ayamonte a manos del rey español.
Castillo de Aljezur
Situado en una colina, el castillo de Aljuzer puede ser el más pequeño de los otros mencionados; sin embargo, tiene un importante interés histórico.
Los moros fueron los responsables de la construcción de este castillo, durante el siglo X, optando por hacer una sencilla fortaleza rectangular, con dos torres principales. Geográficamente, está situado en un lugar donde ahora se puede ver un río, que se utilizaba para plantar arroz.
El Castillo de Aljezur es uno de los castillos que pueden estar representados en la bandera portuguesa, pero la información no está corroborada por documentos históricos.
Castillo de Loulé
Loulé es otra ciudad del Algarve con un castillo árabe, construido en el siglo XIII. Situado en el centro de la ciudad, este castillo pone de relieve la arquitectura de la ocupación árabe, con tres magníficas torres que asombrarán a todos los visitantes. El castillo de Loulé fue un edificio importante durante la Reconquista y actualmente es un museo que muestra la historia de Loulé.
Castillo de Faro
Aunque situado en un lugar hoy urbanizado según los tiempos modernos, el Castillo de Faro mantiene las grandes murallas y puertas, conservando las huellas históricas del edificio.
Construido en el siglo XIII, el castillo pasó por diferentes cambios, concretamente durante el siglo XX, cuando se convirtió en una fábrica de cerveza, después de ser la casa de capitanes, en 1621, cuando la monarquía española gobernaba en Portugal.
Menciones honoríficas
Hay otros castillos en el Algarve que merecen ser destacados. El Algarve era una zona codiciada por los diversos pueblos que ocupaban la región, por lo que existía la necesidad de crear fortalezas que protegieran a la población.
Así, se construyeron algunos castillos, como en Lagos, donde el castillo está situado cerca del centro de la ciudad, siendo visitado por todos los que pasan por allí. Lugares como Estômbar, en el municipio de Lagoa, tienen ruinas de un castillo que está representado en la bandera portuguesa, junto con los castillos de Albufeira, Paderne, y las Fortalezas de Sagres y Cacela-a-Velha. Todavía en el municipio de Lagoa, el castillo de Ferragudo es un hito importante en el municipio, que se encuentra junto al río Arade.
Aunque no esté demostrado documentalmente, la idea de que los castillos de las banderas portuguesas estuvieran situados en el Algarve, representa la importancia de la región y lo mucho que luchó el ejército portugués para conquistar la región.
En el pasado, todos estos castillos eran importantes para el país por motivos militares, pero también por razones económicas, ya que en su interior se podían realizar actividades de almacenamiento y comercio. Estos castillos son testigos de los momentos más terroríficos, pero victoriosos, de la historia del Algarve. Algunos de ellos, además de estar abiertos al público todo el año, ofrecen una representación de época de lo que era vivir en la época medieval, siendo la más famosa la Feira Medieval de Silves, que suele celebrarse durante el verano.
Deeply in love with music and with a guilty pleasure in criminal cases, Bruno G. Santos decided to study Journalism and Communication, hoping to combine both passions into writing. The journalist is also a passionate traveller who likes to write about other cultures and discover the various hidden gems from Portugal and the world. Press card: 8463.
