Para mitigar los efectos del cambio climático, el Ayuntamiento de Oporto está invirtiendo medio millón de euros en transformar el Jardim Paulo Vallada en un ejemplo de soluciones integradas de drenaje sostenible, cita ECO.

El municipio creará cinco pequeñas cuencas, incluido el campo de fútbol que será rebajado, que servirán como zonas de almacenamiento de agua en condiciones extremas de lluvia.

Según el Ejecutivo, "este efecto "esponja" hará que el agua pierda fuerza, reduciendo la posibilidad de inundaciones a lo largo del recorrido y la turbulencia de las aguas al llegar al río Duero, junto a la Avenida Gustavo Eiffel".

Águas e Energia do Porto, empresa municipal, es la entidad responsable de las obras de transformación de este jardín en una zona de retención de aguas, que deberán estar concluidas durante el mes de abril de este año. También se renovará el equipamiento existente.

"Este espacio verde, que conecta la Avenida Fernão de Magalhães con la Rua de Santos Pousada, esconde, bajo tierra, el tramo de agua responsable de las inundaciones de enero de 2023 y que provoca el llamado efecto cascada, en la zona de Fontainhas, en épocas de fuertes lluvias", explica el ayuntamiento dirigido por el independiente Rui Moreira.

"El arroyo Poço das Patas tiene una cuenca de cerca de 1,6 km2 y recorre varias calles importantes de la freguesia de Bonfim, pasando por este jardín y por el Campo 24 de Agosto", explica.

Esta solución, incluida en el Plan de Mejora y Rehabilitación de las Líneas de Agua (PVRLA), se está aplicando en otras intervenciones en la ciudad, concretamente en el Parque da Asprela, en el campus de la Universidad de Oporto.