Este enfoque administra a los pacientes una dosis más alta de fármacos al principio, en lugar de hacerlo gradualmente, y ha demostrado reducir las muertes en un 62% en un ensayo mundial.

El hospital ha declarado que no sólo disminuye las tasas de mortalidad, sino que también reduce la presión sobre el servicio nacional de salud del país al reducir las tasas de readmisión.