El proyecto "Vale de Memórias - Turismo Inclusiva" ocupará una superficie total de unos 300 metros cuadrados, donde se pretende incluir a todos los ciudadanos, independientemente de su condición física, sensorial o cognitiva.
"Estamos hablando de un tipo de turismo inclusivo, en el que caben todos o casi todos. Conscientes de la imposibilidad de crear soluciones completamente accesibles, ya que siempre hay alguien que necesita algo diferente, buscamos un espacio accesible y pionero que pretende ser 100% inclusivo y con equipamientos y servicios basados en la innovación y la sostenibilidad, que puedan ser utilizados por todos", explica a Lusa la socióloga Dalila Gouveia, mentora de este proyecto.
Según Gouveia, el proyecto Vale de Memórias "responde a las necesidades, limitaciones o carencias de sus futuros usuarios, e intenta suplir la falta de oferta de este tipo de equipamientos en el municipio de Mogadouro y en toda la región, así como en todo el país".
Dalila Gouveia añadió que se trata del primer paso de un proyecto "pionero" que pretende extenderse, en el futuro, a otras localidades del municipio de Mogadouro o de la región Norte.
"En estas zonas menos pobladas, este proyecto tiene mucho sentido, porque la gente viene aquí en busca de paz, tranquilidad y bienestar. Estamos aquí, en Vale da Madre, una aldea de ancianos, donde los mayores también comparten sus experiencias con los futuros usuarios de Vale de Memórias", afirmó.
Ana Rita Pombo, arquitecta responsable de este proyecto inclusivo, explicó a la agencia de noticias Lusa que se trata de "una oportunidad única para profundizar en un enfoque aún más inclusivo en la arquitectura".
"Crear un proyecto arquitectónico plenamente inclusivo es, en sí mismo, un reto enorme. Va mucho más allá del cumplimiento de las normas técnicas legales de accesibilidad. Requiere empatía y una profunda comprensión de las distintas formas en que los usuarios experimentarán el espacio", afirmó.
Según el arquitecto, en este caso concreto había retos muy específicos: el edificio original estaba limitado por los muros de contención de las construcciones preexistentes, lo que reducía considerablemente la libertad de intervención.
"Era necesario conciliar las exigencias de accesibilidad y funcionalidad con la morfología y los objetivos arquitectónicos del edificio", subrayó.
Ana Rita Pombo añadió también que había que adoptar un enfoque inclusivo que debía ser ante todo holístico, teniendo en cuenta las necesidades físicas, sensoriales, cognitivas y culturales de las personas, independientemente de su edad, capacidad u origen.
"La verdadera inclusión empieza en la fase de estudio preliminar, y no debe ser una adaptación 'a posteriori'. Se trata de garantizar que el espacio diseñado acoja a todos sus usuarios, fomentando la equidad, la autonomía y la dignidad, desde el primer diseño", explicó.
Según el arquitecto, "el proyecto se ejecutó mediante la organización clara e intuitiva de los espacios, el dimensionamiento funcional de los compartimentos, la aplicación de equipamientos específicos, el uso cuidadoso de colores, materiales, revestimientos y la optimización de la luz natural, reflejo de todo este cuidado".
La entrada en funcionamiento del proyecto "Vale de Memórias - Turismo Inclusivo", en su primera fase, está prevista para finales de 2026 y las obras comenzarán en breve.
Este proyecto también creará dos puestos de trabajo cualificados.