Estas conclusiones forman parte de una encuesta sobre las prácticas culturales portuguesas, realizada en los últimos meses de 2020 por el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, con financiación de la Fundación Calouste Gulbenkian (FCG).
Según el estudio, la falta de lectura de libros está fuertemente asociada a la educación, ya que muchos de los encuestados dijeron no recordar que sus padres les llevaran a una librería o les regalaran un libro.