Comprender la interacción entre las normas fiscales portuguesas y estadounidenses es esencial para garantizar el cumplimiento y optimizar los resultados.
Portugal grava a los residentes por sus ingresos globales, al igual que EE.UU. El tratado de doble imposición entre ambos países ofrece mecanismos para evitar la doble imposición, pero el uso efectivo de estas disposiciones depende de la alineación de las obligaciones fiscales portuguesas con los créditos fiscales extranjeros de EE.UU. y los requisitos de información. Los ciudadanos estadounidenses también deben considerar las implicaciones fiscales estatales, ya que el mantenimiento de vínculos con algunos estados puede dar lugar a obligaciones fiscales estatales continuas.
Las opciones de residencia de Portugal, como el visado D7, son adecuadas para personas con ingresos pasivos procedentes de pensiones, dividendos o ingresos por alquiler. Los solicitantes deben demostrar ingresos suficientes para mantenerse durante su estancia. Los fondos de inversión regulados son una alternativa para quienes deseen obtener la residencia por inversión. Una inversión mínima de 500.000 euros puede garantizar la residencia al tiempo que diversifica las carteras. Los contribuyentes estadounidenses deben declarar estas inversiones, incluidas las sociedades de inversión extranjera pasiva, en los formularios del IRS para evitar sanciones.
Otra posibilidad es la expatriación. Los ciudadanos estadounidenses que renuncian a su ciudadanía o a su permiso de residencia pueden enfrentarse al impuesto de expatriación, que grava las ganancias no realizadas como si los activos se hubieran vendido antes de la expatriación. La elaboración de modelos financieros detallados y el asesoramiento profesional son vitales para evaluar las posibles responsabilidades.
La planificación patrimonial es fundamental para los ciudadanos estadounidenses que viven en Portugal. Aunque el país carece de un impuesto general sobre el patrimonio, las propiedades de gran valor están sujetas a impuestos adicionales. Las leyes de sucesión forzosa de Portugal pueden restringir la forma en que se distribuyen las herencias, aunque las leyes de sucesión de EE.UU. pueden aplicarse en determinadas condiciones. Los ciudadanos estadounidenses también deben tener en cuenta las implicaciones de los impuestos sobre donaciones y sucesiones, sobre todo teniendo en cuenta la reducción prevista de las exenciones del impuesto sobre sucesiones en Estados Unidos en 2026.
La declaración de cuentas en el extranjero es obligatoria para los ciudadanos estadounidenses con cuentas financieras en el extranjero. Deben presentarse formularios como el FBAR y el 8938 para revelar las tenencias en el extranjero. La integración de Portugal en la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (FATCA) garantiza que las instituciones financieras portuguesas informen a las autoridades estadounidenses sobre los titulares de cuentas estadounidenses.
Una planificación fiscal y jurídica exhaustiva puede facilitar una transición más fluida y garantizar el cumplimiento de la normativa portuguesa y estadounidense. Se recomienda el asesoramiento profesional para abordar eficazmente las complejidades de las obligaciones fiscales transfronterizas.
Para más información, póngase en contacto con Forvis Mazars.