Los consumidores de Portugal vieron subir los precios de los combustibles líquidos, como el gasóleo y la gasolina, un 11,1% y los del gas un 7,2% en los dos últimos años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). "Lo que más impactó en el coste de la vida de los portugueses fue claramente la clase energética, que tuvo una subida brutal de precios", afirma Vítor Machado, director del Área de Productos y Servicios de Deco Proteste.
El índice de precios al consumo, medido por el INE, revela que los productos energéticos fueron de los que registraron una mayor variación entre enero de 2020 y enero de este año. Según los datos analizados por Lusa, en el período considerado, el precio del gas aumentó un 7,2%, mientras que la electricidad se incrementó un 4,4% y los combustibles sólidos un 6,9%.
Los valores percibidos por los consumidores cada vez que tienen que llenar el depósito de su coche o pagar la factura de la luz y el gas no sorprenden a Vítor Machado, que se mostró convencido de que esta presión en los precios de la energía aún perdurará, con el actual conflicto en Europa del Este presionando aún más los mercados.