Estos datos fueron facilitados a ECO por el presidente de la Asociación Portuguesa de Editores y Libreros (APEL), Pedro Sobral, mostrando que este mercado está siguiendo lentamente la recuperación de otros sectores de la economía. Aun así, afirma que "son necesarias políticas públicas para fomentar la lectura y la compra de libros, como una mayor reducción del IVA aplicado a los libros, para que el precio no sea una barrera".
"El mercado portugués vive de los bajos índices de lectura y alfabetización", muy por debajo de otros países europeos, según el presidente de APEL.
Pedro Sobral añadió que "en el primer año de bloqueo, es decir, 2020, el mercado perdió un 17% de valor, lo que supone una pérdida enorme y repentina para un sector, ya de por sí frágil, y muy dependiente de los índices de consumo privado". Pero 2021 resultó ser un año de retorno con mejores índices de ventas: "A pesar del duro encierro con el cierre total del mercado durante 10 semanas y parcialmente durante dos meses, así como las restricciones durante la temporada navideña, 2021 terminó recuperando el 17% que había perdido en 2020". Lo que resulta una bocanada de aire fresco en el sector, dado el impacto que la pandemia ha tenido en las ventas de libros: "Acabó anulando la pérdida sufrida en el primer año de la pandemia", dijo.