Según datos de la Dirección General de Actividades Económicas, que regula el comercio, citados por el diario Expresso, se registraron 150 tiendas históricas en Lisboa, 85 en Oporto, 44 en Braga, 25 en Figueira da Foz y 19 en Famalicão. En el caso de Lisboa, "en 10 años se han perdido la mitad de esas tiendas", afirma Carla Salsinha, presidenta de la Unión de Asociaciones de Comercio y Servicios.
Paulo Ferrero, de Fórum Cidadania LX, considera que, hoy en día, "los clientes quieren conservar estas tiendas más que los propietarios, a menudo personas mayores y sus hijos que no quieren seguir la vida comercial". Además, afirma que "no son los alquileres los que dificultan la existencia de estos establecimientos", sino la falta de profesionales para trabajar detrás del mostrador.
Las antiguas tiendas del centro de Lisboa, por ejemplo, funcionan con alquileres condicionados desde 2013 y no se actualizarán hasta 2027.
Para Carla Salsinha, con el cierre de estas tiendas tradicionales e históricas, "es la vida del barrio la que desaparece".