En muchas partes de Europa ha sido un verano largo y caluroso, quizá demasiado para algunos. Pero ahora que las temperaturas empiezan a bajar, las próximas semanas son un buen momento para descubrir nuevas zonas.
España siempre ha sido uno de los destinos favoritos de los viajeros, que acuden en masa a sus playas, pero hay mucho más en este país de viñedos ondulados, montañas espectaculares y ciudades históricas en lo alto de las colinas.
Según datos de la Oficina Española de Turismo, cada vez somos más los que nos damos cuenta de lo que ofrece.
"Nos complace comprobar que nuestras últimas estadísticas turísticas muestran una tendencia al alza en la exploración de más zonas de España, y en particular de algunas de las menos conocidas", afirma Manuel Butler, director de la Oficina en el Reino Unido.
Si no sabe por dónde empezar, aquí tiene algunos de los lugares secretos de España por explorar.
Calahorra, La Rioja
La capital de la Rioja Baja, en el norte de España, tiene una rica historia que se remonta a la época romana y destaca por su arquitectura románica y gótica, incluida una grandiosa catedral del siglo XV. Situada junto a la fértil vega del río Ebro, es la puerta de entrada a 500 bodegas. Si está planeando algo para el año que viene, la zona es especialmente conocida por sus celebraciones de la Semana Santa Calagurritana y el Mercaforum Romano, un evento en el que las aves rapaces, los talleres de acuñación de moneda romana y las recreaciones de campamentos militares romanos inundan las calles.
Guadalupe, Extremadura
Este pueblo empedrado de la comarca de Las Villuercas, en la provincia de Cáceres, es famoso por su Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En 1325, un granjero encontró enterrada en su campo una estatua de la Virgen María, que se rumorea fue tallada por San Lucas, y ahora miles de visitantes acuden cada año a verla. Visite el monasterio para contemplar numerosos manuscritos iluminados y obras de arte. La cocina extremeña, que incluye el emblemático cerdo ibérico, condimentado con pimentón, es también una atracción.
Costa da Morte, Galicia
Formada por 17 ciudades y pueblos del noroeste de España, durante mucho tiempo se pensó que la Costa da Morte (costa de la muerte) era el fin del mundo conocido. Además de ser el destino final de muchos peregrinos del Camino de Santiago, este litoral coruñés ofrece magníficas vistas desde lo alto de los acantilados y encantadores pueblos pesqueros con casas tradicionales de piedra.
Créditos: PA; Autor: PA;
Bielsa, Aragón
En el corazón de los Pirineos españoles, cerca del Parque Natural de Ordesa y del tercer pico más alto de España, el Monte Perdido, este es un lugar para los amantes de la naturaleza y la fotografía. El águila real y el quebrantahuesos se dejan ver con asiduidad en un paisaje de profundos valles y abruptos acantilados.
Oviedo, Asturias
Oviedo es una ciudad señorial del norte de Asturias, dominada por varios lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que se remontan al siglo VIII. Es una de las pocas ciudades españolas que nunca fue conquistada por los árabes durante la Edad Media, por lo que posee un marcado aire medieval.
Créditos: PA; Autor: AP;
Parque Regional de Sierra Espuña, Murcia
Perfecto para el ciclismo y el senderismo, el principal destino ecoturístico de Murcia cuenta con un paisaje variado, desde los acantilados de Paredes de Leyva y los barrancos de Gebas o la Hoz hasta la cascada de la meseta de la Muela y los embalses circundantes. Apodado el "apóstol de los árboles", el filántropo Ricardo Codorníu impulsó varios proyectos de reforestación a finales del siglo XIX para crear este espacio protegido.