En un debate sobre el tema "Nuevas migraciones y atracción de talentos", Pedro Portugal Gaspar explicó que los servicios de la AIMA y la estructura de misiones para regularizar los 400.000 procesos de inmigrantes pendientes, junto con los municipios y otros socios, permitieron pasar de "mil servicios diarios a 6.000 en términos de respuesta a los usuarios".

Sin embargo, este esfuerzo tiene un "índice de ausencia e inasistencia de solicitantes del orden del 15 al 16%", explicó el director, admitiendo que estas situaciones desgastan el servicio.

Estas ausencias se deben a que muchos de los solicitantes han cambiado de residencia, no tienen los datos actualizados o "ya no están aquí en Portugal", explicó Pedro Portugal Gaspar en el debate organizado por la Plataforma Portugal Ágora.

La falta de respuesta de los servicios administrativos durante años ha hecho que muchos desistan de sus solicitudes de permiso de residencia y también hay retrasos en la recogida de documentos ya expedidos.

"Tenemos un conjunto muy grande de autorizaciones que se conceden y que no son planteadas por los solicitantes", dijo el presidente de AIMA.

En la conferencia, el presidente de AIMA admitió la necesidad de "ajustar mejor la demanda y la oferta" de inmigrantes, con una mayor coordinación con los sectores económicos.

"Atraer talento no es sólo buscar un doctorado", sino personas que respondan a las necesidades de las empresas.

Excesiva burocracia

Presente en el debate, el consejero delegado del Grupo Pestana, José Theotónio, criticó la excesiva burocracia y lamentó que todas las empresas que contratan inmigrantes reciban el mismo trato por parte de la administración pública.

"El gran problema de Portugal es la burocracia" y el "Estado tiene muy poca fe en las empresas", afirmó.

En su opinión, "debería haber una certificación de las empresas que ya trabajan bien" con inmigrantes, una especie de "vía rápida" administrativa para su regularización laboral.

En cambio, el país ha permitido un "cúmulo de situaciones pendientes" que dificultan la resolución del problema de la inmigración en Portugal.

Sobre todo porque, subrayó, "fue esta acumulación de situaciones la que llevó a las personas a ser explotadas".