La sequía que afecta a Portugal y al sur del país ha provocado importantes pérdidas de reservas de agua en el nordeste del Algarve, donde los ganaderos de caprino Nuno Coelho y Nuno Luís tienen sus rebaños e intentan mantener su actividad, a pesar de las crecientes dificultades que atraviesan.
"Las cosas empeoraron, llovió este fin de semana, pero estuvimos casi un año sin, por decirlo suavemente, ninguna lluvia significativa aquí. La lluvia ahora dio un poco de aliento, a los cultivos y al propio pasto natural y esta agua dio un poco de aliento y esperanza porque esto ha ido empeorando cada vez más", dijo Nuno Coelho a la agencia Lusa.
Este criador de cabras del Algarve se ha visto afectado por el aumento de los costes de producción y la dificultad para valorar las cabras del Algarve y la leche producida por su rebaño, que llegó a tener 120 cabras, se redujo a 60.
Nuno Coelho argumentó que "el coste de los cereales se disparó", especialmente tras el inicio de la guerra en Ucrania, lo que provocó un aumento de los costes de producción, que se mantuvieron "más altos que antes", obligando a los ganaderos a comprar más pienso y paja para la alimentación de los animales.
"Los costes energéticos son otro problema, porque (...) hace tres o cuatro años costaba unos 60 euros, más o menos, cultivar una hectárea de tierra, y hoy cuesta el doble", explicó.
Ante este panorama, Nuno Coelho reconoce que sólo puede "intentar mantener la situación actual" y seguir resistiendo.
"Seguimos con la fe de que las cosas mejorarán en un futuro próximo", añadió.