Las conclusiones de este estudio, promovido por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros(CLIA), en colaboración con la Universidad española Rovira i Virgili, de Tarragona, fueron divulgadas en un comunicado por la Administración del Puerto de Lisboa(APL).
"El análisis revela que los niveles de concentración de contaminación en la capital portuguesa no están significativamente influenciados por la actividad de cruceros, sino más bien por otros factores, como otros modos de transporte o fuentes residenciales", reza la nota de la APL.
El estudio, realizado entre septiembre de 2022 y septiembre de este año, analizó los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO) y partículas (PM10).
"Según los datos analizados, la posible contribución de los cruceros al aumento de los niveles locales de diversos contaminantes atmosféricos, como el SO2 y las PM10, es muy limitada. En cuanto a la cantidad de monóxido de carbono y ozono en la calidad del aire local, el impacto de la actividad de los cruceros parece ser insignificante", destaca la APL.
A pesar de estas conclusiones positivas, el presidente del consejo de administración de APL, Carlos Correia, mencionado en la nota, subraya que la empresa "seguirá trabajando para mejorar la sostenibilidad de la actividad".
"Las cuestiones de sostenibilidad ambiental son estratégicas para la toma de decisiones y, por eso, el Puerto de Lisboa tiene un conjunto de acciones en curso, como el suministro de energía en tierra, la monitorización de la calidad del aire y del agua en los alrededores de la Terminal de Cruceros de Lisboa y la implantación de un sistema de evaluación y monitorización de los índices de emisión de los cruceros durante su escala", indica.