Según el estudio "Evaluación del Impacto Económico de la Industria de Cruceros en Lisboa 2023", realizado por Nova SBE, esta actividad representó el 0,3% del PIB nacional en 2023, generando un impacto directo de 794 millones de euros, un aumento del 136%, es decir, 458 millones de euros más en comparación con los 336 millones de 2019.

El estudio, divulgado por Publituris, revela también que el sector de cruceros en Lisboa representó el 2,16% del PIB Turístico Nacional, generando 1.934 millones de euros de producción (impactos totales - indirecto, directo e inducido), lo que se compara con los 840 millones de euros de 2019.

Indicando que el impacto de la actividad económica de los cruceros se hace sentir en varios sectores de la economía portuguesa, el estudio muestra que el alojamiento se benefició de 142 millones de euros, las agencias de viajes de 112,8 millones de euros, las ventas al por menor de 108,8 millones de euros, los gastos de restauración de 81,3 millones de euros y, por último, los gastos de transporte de 79,6 millones de euros.

Cada crucero que hace escala en el Puerto de Lisboa contribuye, por término medio, con 2,29 millones de euros al PIB, creando 59 puestos de trabajo y generando 910 mil euros de ingresos fiscales.

En cuanto a los gastos incurridos por los pasajeros de cruceros en Lisboa, el estudio afirma que, en promedio, fueron de 159 euros, "un aumento en comparación con los valores calculados en 2022 y 2019", sin especificar la cantidad.

La industria también fue responsable de 317 millones de euros en impuestos y la creación de más de 20 mil puestos de trabajo, valores que en comparación con 2019, es decir, 133 millones de euros en impuestos y 8.863 puestos de trabajo.

Carlos Correia, presidente del Consejo de Administración de APL, destacó durante el "Encuentro para la Sostenibilidad de la Actividad de Cruceros en Lisboa", en el ámbito del 137º aniversario del Puerto de Lisboa, que esta infraestructura "desempeña un papel fundamental en el desarrollo económico de la ciudad y del país, y el turismo de cruceros es una parte importante de esta contribución".

Carlos Correia destacó, sin embargo, que "somos conscientes de la urgente necesidad de conciliar este crecimiento con la preservación del medio ambiente. Por ello, nos comprometemos a liderar una transición hacia prácticas más sostenibles, trabajando estrechamente con socios estratégicos para reducir el impacto ambiental de nuestra actividad."

El evento también formalizó la creación del Comité de Sostenibilidad de la Actividad de Cruceros en Lisboa, una iniciativa de colaboración que destaca por su compromiso conjunto en la promoción de soluciones sostenibles para el sector del turismo de cruceros, en Lisboa y Portugal.

En el Comité participan varios socios estratégicos vinculados al sector, como APL, Ayuntamiento de Lisboa, AGEPOR, ANA Aeroportos, CLIA (Cruise Lines International Association), LCP (Puerto de Cruceros de Lisboa) y Turismo de Lisboa, que firmaron el Memorando. A ellos se unieron nuevos socios, igualmente implicados e interesados en el tema de la sostenibilidad de los cruceros, como Turismo de Portugal, TAP y Associação Zero, que firmarán el Memorando próximamente.

Además de los beneficios económicos, el Puerto de Lisboa también destacó su compromiso con la sostenibilidad, y se presentaron proyectos innovadores para reducir las emisiones contaminantes de los buques, reforzando el objetivo de una transición hacia prácticas más responsables y respetuosas con el medio ambiente. El objetivo es garantizar que Lisboa siga siendo un destino de excelencia en el sector del turismo de cruceros, equilibrando la protección del medio ambiente con un crecimiento económico sostenible.

En este sentido, se presentó el estudio "Monitorización de la calidad del aire en torno a la terminal de cruceros de Lisboa", que evaluó las emisiones de los buques, en los lugares de influencia de los cruceros, a lo largo de un año. Los resultados indican que, a pesar de algunas superaciones ocasionales de los valores guía de la OMS para partículas finas y dióxido de nitrógeno, los niveles de contaminación en Lisboa se mantuvieron dentro de los límites legales europeos y nacionales.