La posibilidad "moderada" de un apoyo extraordinario del Gobierno portugués también contribuye a la nota.

"Ahora esperamos que TAP genere un EBITDA ajustado de al menos 900 millones de euros este año, frente a nuestra previsión de abril de entre 770 y 780 millones de euros, apoyada por una rentabilidad mayor de la esperada en un entorno de solidez en el transporte aéreo de pasajeros", afirma la agencia de calificación en un comunicado.

La aerolínea registró un EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) recurrente de 752,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año. S&P considera que el resultado récord "puede no ser sostenible más allá de 2023, debido a la presión esperada del aumento de los costes sobre el margen", pero anticipa que en 2024 estará por encima del registrado en 2022.

Se trata de la segunda revisión de la calificación de TAP en menos de un mes. A principios de noviembre, Moody's mejoró la calificación de riesgo de la deuda de TAP en un nivel, de "B2" a "B1", destacando la "fuerte y continua mejora de la rentabilidad operativa de la aerolínea"

S&P advierte que la flota reducida de TAP, restringida por el plan de reestructuración, y la congestión del aeropuerto de Lisboa "limitarán el potencial de crecimiento" de los resultados a medio plazo. Por otro lado, "las altas tasas de rentabilidad deberían aliviar la presión sobre los gastos de TAP que proviene de los mayores costes del combustible, junto con la subida de los impuestos europeos sobre el carbono y la elevada inflación".

La agencia revisó al alza el "perfil crediticio autónomo" de TAP de "B+" a B". Al "mantener su posición sobre la posibilidad moderada de un apoyo extraordinario del Gobierno portugués", la calificación a largo plazo, la más significativa para los inversores, se elevó un nivel, de "B+" a "BB-".

La perspectiva de la evaluación de TAP es "estable", lo que refleja la "expectativa de que el tráfico de pasajeros se mantendrá en los niveles prepandémicos durante los próximos 12 meses, suponiendo que las condiciones macroeconómicas o geopolíticas no se deterioren inesperadamente y las tarifas se mantengan cerca de los niveles recientes".

"La perspectiva estable también depende de nuestra suposición de que la privatización no cambiará nuestra evaluación de la probabilidad moderada de un apoyo financiero extraordinario por parte del Gobierno portugués", señala también S&P.