Según Postal news, el fenómeno de El Niño, vinculado al aumento de las temperaturas, continuará al menos entre marzo y mayo, aunque podría terminar entre abril y junio, tras alcanzar su punto álgido en diciembre, según se anunció el 5 de marzo.
En la actualización periódica sobre el fenómeno, la Organización MeteorológicaMundial (OMM) pronosticó que El Niño, que suele durar entre nueve y doce meses y comenzó a mediados de 2023, "seguirá afectando al clima mundial en los próximos meses".
Según el informe, hay un 60% de probabilidades de que estas condiciones persistan de marzo a mayo y un 80% de que las condiciones meteorológicas se vuelvan neutras (estacionalmente neutras, sin el impacto de El Niño) de abril a junio.
La agencia de la ONU, con sede en Ginebra, prevé que la continuación de El Niño, aunque más débil, asociada a la previsión de temperaturas inusualmente altas en la superficie del mar en la mayor parte de los océanos del mundo, dará lugar a temperaturas superiores a las normales en la mayoría de las zonas terrestres durante los próximos tres meses e influirá en los regímenes regionales de precipitaciones.
También existe la posibilidad de que La Niña, normalmente asociada a un clima más frío de lo normal, se desarrolle a finales de año, aunque las hipótesis "son inciertas" en este momento, indicó.
Además de El Niño y La Niña, la OMM también prevé anomalías positivas de temperatura en la mayor parte del hemisferio norte, excepto en el extremo sureste de Norteamérica, así como en la mayor parte de las zonas terrestres del hemisferio sur.
El Niño, un fenómeno que se produce de forma periódica, pero irregular, en intervalos de dos a siete años, "tiene un impacto en la temperatura global especialmente en el año posterior a su desarrollo, en este caso en 2024", señaló la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, en el informe.
"La temperatura de la superficie del mar en enero de 2024 fue, por lejos, la más alta jamás registrada en un mes de enero", advirtió la experta argentina.
Saulo recordó que esto no sólo se debe a la influencia de El Niño, sino también al calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad humana.
"El Niño contribuyó a estos récords de temperatura, pero los gases de efecto invernadero son inequívocamente los principales culpables", dijo.
El responsable de la OMM subrayó la importancia de las alertas tempranas para mitigar el impacto de los fenómenos de El Niño en las sociedades y economías mundiales, permitiendo a los países prepararse con antelación para tratar de limitar los daños en sectores sensibles al clima, como la agricultura, los recursos hídricos o la salud.
"Las alertas tempranas de fenómenos meteorológicos extremos y meteorológicos asociados a El Niño han salvado numerosas vidas", afirmó.
Según la OMM, El Niño de este año registró un pico de unos 2º C por encima de la temperatura media de la superficie del mar entre 1991 y 2020 en el Océano Pacífico tropical, oriental y central, lo que lo convierte en uno de los cinco fenómenos más fuertes de la historia.