Angelo Lella, propietario del restaurante Al Condominio, inaugurado en marzo en Verona (norte), explica que el objetivo es animar a los clientes a charlar entre ellos en lugar de mirar constantemente el móvil.
Los clientes tendrán la opción de dejar a un lado su teléfono, que se guardará en una caja bajo llave en la entrada. Después entregarán la llave al camarero, que les servirá una botella de vino.