Denominado "¡Todos a bordo!", que vincula transporte y cambio climático y exige nuevas políticas para el sector, el manifiesto aboga, en particular, por la inversión en transporte ferroviario y de metro, autobuses propulsados por energías renovables, y por poner fin a los viajes en avión en Europa y la Península Ibérica para distancias inferiores a 700 kilómetros.

Las entidades firmantes del manifiesto son Zero, MUBI, Vida Justa, Movimento SOS Terras do Cávado, Movimento Cívico pela Estação Nova (Coimbra), Vida Justa, Campaña Trabajos por el Clima y el Sindicato de Trabajadores en Funciones Públicas y Sociales del Norte.

Las siete organizaciones advierten de que la justicia climática exige un transporte sostenible, accesible, "y cuyo coste no excluya a nadie" y que cree empleos cualificados y con derechos.

"A largo plazo, debe plantearse el objetivo de extender el transporte público gratuito a todo el país, siempre que se garanticen las inversiones necesarias para hacer prescindible el coche individual", reza el manifiesto.

Acácio Pires, de la asociación ecologista Zero, declaró a Lusa que el transporte público podría financiarse con impuestos ligados a los combustibles fósiles y a los automóviles, destacando que un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en Portugal proceden del transporte.

En un momento en el que, dijo, muchas empresas de transporte público tienen dificultades para atraer personal cualificado, desde conductores a mecánicos, "es crucial un cambio en el sector", que será también "una oportunidad para la economía", al aumentar la industria de fabricación de bicicletas y la capacidad del sector viario y ferroviario.

Es necesario, resumió, ampliar la oferta de transporte público, y es esencial que el tiempo de viaje en transporte público sea menor que en transporte individual.