Y como cualquier otro órgano, éste también merece la debida atención, ya que su bienestar determina la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente.

Son muchas las evidencias científicas que atestiguan la importancia del estómago y de la flora intestinal en nuestra salud, y no cabe duda de que el aparato digestivo influye decisivamente en nuestro bienestar físico y mental, ya que el aparato digestivo posee un sistema nervioso autónomo, un "2º cerebro" formado por millones de neuronas que están en constante comunicación con el cerebro.

Realmente podemos decir que tenemos el intestino conectado a la cabeza, y la importancia de este sistema nervioso es, de hecho, excepcional, debido en parte a la influencia directa que las bacterias intestinales ejercen sobre la química cerebral y, en consecuencia, sobre nuestro comportamiento y nuestra salud.

De hecho, la flora intestinal, o más correctamente, el microbioma o microbiota, es un sistema ecológico complejo y silencioso. Cuando funciona bien, está formado por un conjunto de microorganismos que habitan en nuestro aparato digestivo.

Las cifras son impresionantes: el tubo digestivo mide unos 10 metros desde la boca hasta el ano. El órgano más largo del cuerpo humano es el intestino delgado, donde vive gran parte de la microbiota, que se calcula que está formada por unos 100 billones de microorganismos, la gran mayoría bacterias. ¡Hay más bacterias en la flora intestinal que células humanas!
La microbiota desempeña un papel extremadamente importante en varias funciones: es importante en el proceso de digestión y absorción de múltiples constituyentes del ser humano, en la desintoxicación de sustancias exógenas, equilibrando el sistema inmunitario, funcionamiento del aparato digestivo, entre otros. En definitiva, es vital para nuestra homeostasis en un sentido global.
El sistema digestivo, de hecho, tiene neuronas y una actividad independiente del cerebro, con el que mantiene una estrecha e interesante conexión, con una red neuronal que se comunica a través de neurotransmisores desde el cerebro al intestino y viceversa, de ahí que nuestras emociones afecten al funcionamiento intestinal y viceversa.

Además, la gran mayoría de las células del sistema inmunitario se encuentran en el intestino.

A partir de esta información, podemos concluir sobre la importancia de cuidar nuestra salud digestiva, la cual, para mantenerse en perfecto equilibrio y armonía, requiere que adoptemos estilos de vida saludables, que incluyen prácticas como una dieta equilibrada, consumiendo frutas y verduras, evitando el exceso de carnes rojas, fritos y azúcar, así como no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol y el sobrepeso, manteniendo el peso dentro de un índice de masa corporal adecuado.

Por otro lado, el ejercicio físico es una de las medidas más eficaces para mantener la salud digestiva, ya que además de aumentar los niveles de dopamina (neurotransmisor relacionado con la motivación, el placer, la memoria...), mejora el estreñimiento, corrige el sobrepeso, entre otros beneficios. Una de las medidas más importantes es también el cribado del cáncer de colon y recto a los 45-50 años mediante una colonoscopia.

Como la Sociedad Portuguesa de Gastroenterología, elija el mes de junio para cuidar de su salud digestiva y el cribado.

Para más información, póngase en contacto con el Grupo HPA Saude en el (+351) 282 420 400.