Para este ensayo en curso, se cultivaron en un laboratorio parches de músculo a partir de células madre de otra persona y luego se injertaron en los corazones latientes de 15 pacientes con la enfermedad.


Los investigadores han informado de que uno de ellos ya se ha beneficiado del procedimiento y no ha mostrado efectos secundarios, lo que le ha permitido ganar tiempo para esperar un trasplante de corazón.