Desde sus primeros días como asistente en catálogos hasta fotografiar a algunas de las figuras públicas más conocidas de Portugal, su trabajo refleja décadas de historia y experiencia. "La primera vez que estuve aquí fue a los 19 años, trabajando como ayudante en unos catálogos que existían antes de Internet", cuenta Kenton Thatcher a The Portugal News. "Veníamos aquí por el sol garantizado y la buena iluminación".
A finales de los ochenta, el fotógrafo fue contratado para lo que creía que sería un breve encargo con una agencia de modelos de la capital. "A partir de ahí, pensé que sólo estaba de paso por Lisboa, pero durante 10 años hice muchos trabajos que normalmente no haría y campañas publicitarias".
Una vocación natural
Al crecer en el norte de Londres, Thatcher encontró inspiración en su padre, un funcionario con una profunda pasión por las artes creativas. "Incluso diría que con mucho más talento y creatividad de lo que yo he llegado a ser", comparte. "Mi padre era un poeta increíble, hacía esculturas, tenía un cuarto oscuro, y su pasión era una vía de escape de lo que realmente no quería hacer, pero era de la vieja escuela, así que su trabajo consistía en mantener y poner comida en la mesa para su familia, y lo hizo".
Créditos: Imagen suministrada; Autor: Kenton Thatcher;
En la escuela, el fotógrafo luchó contra una grave dislexia en una época en la que no se reconocían los problemas de aprendizaje. "Nunca pudieron entender por qué sacaba las notas más bajas en química o biología, pero destacaba al máximo nivel en artes y deportes".
Alrededor de los 12 años, tomó prestada la cámara de su padre y se la llevó al colegio, capturando retratos de su clase y de la vida cotidiana. "Era casi como un reportaje", explica Thatcher. "Me iba a casa y procesaba el rollo de película hasta probablemente las dos o las tres de la madrugada, obteniendo estos juegos de grandes impresiones en blanco y negro de los niños de mi colegio".
"Les dejó boquiabiertos, y cuando las miro ahora, en realidad eran fotos muy buenas y bien compuestas", señaló. "De repente, obtuve un poco de respeto y reconocimiento, cosa que nunca había tenido, así que eso me hizo pensar: .... tal vez tenga algo aquí".
"Entonces empecé a fotografiar cualquier cosa", recuerda. A los 14 años, ganó una subcategoría del Junior Wildlife Photographer of the Year, cuya inauguración tuvo lugar en el Museo Británico, patrocinada por la BBC. "Aquello supuso un giro importante en mi vida".
Poco después, Thatcher trabajó como aprendiz a las órdenes de un conocido fotógrafo especializado en imágenes de archivo de bibliotecas. "Me salté el colegio y la universidad, trabajé tres años en Primrose Hill, en Londres, y recibí la mejor formación que se puede tener", afirma. "Llegué a conocer muy bien el negocio, aprendiendo la parte técnica, entendiendo la luz y viendo cómo se comisariaban las imágenes para un público más amplio".
Créditos: Imagen suministrada; Autor: Kenton Thatcher;
El arte del retrato
A sus 60 años, Kenton Thatcher no tiene planes de jubilarse, y considera la fotografía no sólo como una carrera, sino como una pasión para toda la vida: "Sigo disfrutando mucho con mi trabajo, probablemente más ahora que hace 10 o 20 años, porque te sientes un poco más orgulloso de tu historia y de lo que has hecho, pero también te das cuenta de que el tiempo es un poco más limitado y eso es lo bonito, demostrar que amas lo que haces, estás en ello para el arrastre, hasta el final".
Considera que se trata de algo más que de capturar una imagen: se trata de conectar. "El clic es la parte más fácil, pero el verdadero trabajo en el retrato es la comunicación y la psicología que hay detrás", expresa Thatcher. "La gente te abre sus puertas, así que tocas un poco de la vida de cada uno durante un breve espacio de tiempo, y eso es lo que me encanta".
A lo largo de las décadas, ha desarrollado un enfoque característico del retrato que prioriza la autenticidad sobre la perfección, optando por la fotografía en blanco y negro para evitar situar a los sujetos en una época concreta. "Si fotografías a alguien en la calle, puedes datar la foto por los coches o la moda, pero si eliminas todo eso, la imagen se vuelve intemporal".
Una autobiografía visual
Su próxima exposición, del 29 de marzo al 26 de abril en la Sociedade Nacional de Belas Artes, es su proyecto más personal, la culminación de 33 años de experiencia.
La colección muestra figuras públicas portuguesas contemporáneas, desde músicos y escritores a deportistas y activistas, ofreciendo una documentación visual del Portugal actual. "Me siento muy honrado de haber retratado a personajes como Cristiano Ronaldo, Luís Figo, Paula Rego y Rui Costa".
Créditos: Imagen suministrada; Autor: Kenton Thatcher;
"En muchos sentidos, es una autobiografía visual". Cada retrato cuenta una historia, no sólo sobre la persona que aparece en el encuadre, sino también sobre su propia trayectoria como fotógrafo. Además, la exposición sirve de homenaje a su difunto padre, fallecido hace dos años. "Es una dedicatoria a él", explica. "Creo que viví parte de su sueño, aunque también era mi propia pasión".
Aunque su carrera ha incluido trabajos publicitarios y comerciales, la inspiración para este proyecto se remonta 25 años atrás, a un momento en Nueva York en el que vio una exposición del fotógrafo estadounidense Richard Avedon. "Me maravillaron sus retratos de Marilyn Monroe, Carlie Chaplin y los Kennedy", cuenta Thatcher. "Así que pensé, ¿por qué no traer algo así a Portugal? Y ahora, todos estos años después, todavía no he visto nada parecido aquí".
Para garantizar que el proyecto tenga un impacto duradero, el fotógrafo está produciendo un libro de sobremesa de gran formato. "Las exposiciones van y vienen, pero un libro permanece", concluye. "Así, los artistas pueden conservarlo y compartirlo, igual que yo espero compartir mi historia a través de estas fotografías".
Para más información sobre Kenton Thatcher y su exposición, visite https://kentonthatcher.com/.
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