Antaño conocida sobre todo como una pintoresca ciudad costera, Aveiro pisa ahora con confianza la escena internacional como uno de los centros tecnológicos y de startups más prometedores del país. Y en el corazón de esta emergencia hay un motor clave: la Universidad de Aveiro.

El evento FutureXPO de esta semana, celebrado en la ciudad, ofreció un poderoso escaparate de lo que está ocurriendo aquí. Con más de cuatrocientos participantes, entre ellos 75 startups portuguesas y 50 brasileñas, así como inversores y creadores de ecosistemas. El ambiente era de optimismo, colaboración internacional y oportunidades reales. Reforzó algo que he observado a lo largo del tiempo: Aveiro ya no es sólo parte de la conversación; es más que eso; está ayudando a liderarla.

El éxito de Aveiro en su posicionamiento como centro de innovación no es casual. Es el resultado de una inversión sostenida, una visión a largo plazo y la implicación estratégica de instituciones como la Universidad de Aveiro, que ha desempeñado un papel destacado en la creación de un entorno favorable a la tecnología, rico en investigación y preparado para los emprendedores.

A través de sus asociaciones con el municipio y de iniciativas como el Parque Científico y Tecnológico, la universidad ha contribuido a convertir la ciudad en un imán para el talento y la innovación. No sólo ofrece excelencia académica, sino también un puente entre la investigación, la empresa y la aplicación, creando un terreno fértil para que las nuevas empresas crezcan y se amplíen.

Uno de los acontecimientos más emocionantes de los últimos tiempos ha sido la llegada a Aveiro de Startupbootcamp, una de las principales aceleradoras de Europa, que ahora tiene una base permanente en la ciudad. Su presencia ya está dando impulso, y su ambición es clara: utilizar Aveiro como puerta estratégica entre Europa y América Latina, especialmente Brasil. Esto marca un hito importante no sólo para Aveiro, sino para la posición de Portugal en el mapa mundial de las startups.

Pero aunque la energía local es innegable, no debemos dejar que esta sea una historia de éxito aislada. Como alguien que sigue a diario el panorama tecnológico y de innovación portugués, creo que es crucial garantizar que iniciativas como esta reciban un apoyo continuo tanto del sector público como del privado. Aveiro muestra lo que es posible cuando el talento, la educación y la oportunidad se alinean. Ahora tenemos que ampliar este modelo.

También tenemos que asegurarnos de que regiones como Aveiro cuenten con las infraestructuras y el apoyo político necesarios para estar a la altura de su ambición. Esto incluye un desarrollo inmobiliario inteligente, viviendas asequibles y flexibles para los profesionales digitales, espacios de co-working y mejores conexiones de transporte. También implica incentivos fiscales y normativos para atraer y retener a las nuevas empresas, especialmente aquellas con fundadores internacionales que pueden considerar Portugal como su puerta de entrada a Europa.

También hay aquí una lección importante para otras ciudades portuguesas: No hace falta ser una capital para liderar la innovación. Aveiro lo está demostrando con las condiciones adecuadas y sólidas asociaciones universitarias, el apoyo del gobierno local y la apertura a la colaboración global. Los centros regionales pueden desempeñar un papel clave en la estrategia nacional para la tecnología y el espíritu empresarial.

Eventos como FutureXPO demuestran que Portugal se está haciendo notar. Pero eso no basta, porque mantener esa atención requiere constancia. Debemos seguir fomentando nuestras universidades, invirtiendo en sus ecosistemas y promoviendo los puntos fuertes regionales en lugar de centralizarlo todo en Lisboa. La diversidad entre ciudades es uno de los mayores activos de Portugal.

La historia de Aveiro y su universidad es un ejemplo de cómo funciona realmente la innovación: mediante la colaboración, la visión a largo plazo y el valor de pensar globalmente actuando localmente.

Tenemos que amplificar este éxito, apoyarlo y aprender de él. Porque lo que está ocurriendo en Aveiro no sólo es bueno para la ciudad. Es esencial y bueno para Portugal.


Author

Paulo Lopes is a multi-talent Portuguese citizen who made his Master of Economics in Switzerland and studied law at Lusófona in Lisbon - CEO of Casaiberia in Lisbon and Algarve.

Paulo Lopes