El país obtuvo una puntuación de 20,3 puntos sobre 22 posibles en los Indicadores de Facilitación del Comercio (IFC) de laOCDE, superando la media de lo que la organización define como "mejores prácticas" mundiales, que se sitúa en 18,3 puntos.
El último análisis de la OCDE, publicado esta semana, evalúa el modo en que 48 economías simplifican y agilizan los procedimientos técnicos y jurídicos que intervienen en las medidas comerciales transfronterizas, cada vez más cruciales a medida que las cadenas de suministro mundiales están más interconectadas y son más sensibles al factor tiempo.
Los buenos resultados de Portugal reflejan su compromiso con la transparencia, la equidad y la gobernanza moderna en los procesos relacionados con el comercio. Entre las 11 categorías evaluadas, el país alcanzó la máxima puntuación en dos áreas clave: imparcialidad y gobernanza. Estos indicadores evalúan la transparencia aduanera, las normas éticas y la responsabilidad institucional. Portugal también obtuvo una puntuación alta en documentación, una categoría relacionada con la aceptación de normas internacionales y procedimientos armonizados.
La OCDE subrayó que estos indicadores se basan en datos y hechos, y se centran en la aplicación en el mundo real. Esto incluye factores como la rapidez con la que se promulgan las nuevas normativas comerciales, el porcentaje de envíos que pueden ser previamente despachados antes de llegar a la frontera y la amplitud de los programas de comerciantes certificados.
Cada indicador se puntúa en una escala de 0 a 2, donde 2 representa el entorno óptimo para la facilitación del comercio. La puntuación global de Portugal lo sitúa en la misma liga que economías de alto rendimiento como los Países Bajos, Suecia, Noruega, Dinamarca, el Reino Unido y Finlandia.
Dicho esto, el informe también destaca áreas de mejora. Portugal obtuvo una puntuación más baja en la categoría de formalidades de procedimiento, que incluye la eficiencia burocrática y la simplificación administrativa. Con una puntuación de 1,66 en este ámbito, el país muestra margen para racionalizar aún más sus procesos, reducir la burocracia y aumentar la agilidad operativa, que son los pasos que podrían impulsar aún más su competitividad.
En una comparación regional, Portugal aventaja a su vecina España, que obtuvo 20,0 puntos. Esta ligera ventaja refleja la creciente sofisticación de Portugal en materia de prácticas reguladoras e infraestructura comercial digital.
La OCDE subraya que estos datos no sólo sirven para clasificar a los países, sino también para orientar a los responsables políticos en la identificación de retos y oportunidades. Tanto para las economías desarrolladas como para las que están en vías de desarrollo, comprender su situación en materia de facilitación del comercio puede ayudar a diseñar políticas más eficaces que atraigan la inversión, apoyen a los exportadores y se integren más plenamente en los mercados globales.
Los resultados de Portugal reafirman su posición como economía con visión de futuro basada en normas y un entorno atractivo para el comercio y la inversión internacionales, así como un socio valioso en un sistema de comercio mundial cada vez más complejo.
Paulo Lopes is a multi-talent Portuguese citizen who made his Master of Economics in Switzerland and studied law at Lusófona in Lisbon - CEO of Casaiberia in Lisbon and Algarve.
