Según el Boletín Económico de diciembre, la economía portuguesa crecerá un 5,8% en 2022, un 3,1% en 2023 y un 2,0% en 2024.
Las previsiones divulgadas por el BdP para 2022 son iguales a las más optimistas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que también apunta a un crecimiento económico del 5,8 por ciento, y superan las del Gobierno, que espera un 5,5 por ciento.
La Comisión Europea apunta a un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 5,3 por ciento, mientras que el Consejo de las Finanzas Públicas (CFP) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) son las entidades más pesimistas, al esperar un aumento del 5,1% respecto a 2021.
"El Producto Interior Bruto (PIB) vuelve a los niveles anteriores a la pandemia en el primer semestre de 2022. En 2024, la actividad económica estará en torno al 7% por encima de 2019, lo que implica pérdidas contenidas en comparación con la tendencia prevista antes de la pandemia" , afirma el BdP en un comunicado que acompaña la difusión del boletín.
La institución dirigida por Mário Centeno también señala que las proyecciones "revisan al alza el crecimiento de la economía en 2022-23 en comparación con lo proyectado en junio (0,2 y 0,7 pp [puntos porcentuales], respectivamente)".