Elaborado por el Observatório da Emigração, centro de investigación del ISCTE - Instituto Universitário de Lisboa, el informe indica que, de 80.000 salidas en 2019, este número se redujo a 45.000 en 2020.
La reducción fue general, abarcando prácticamente todos los destinos tradicionales de la emigración portuguesa.
Según este documento, la crisis de la pandemia del Covid-19 y la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) contribuyeron a este descenso.
En relación con la pandemia, el impacto se manifestó a través de "los límites a la movilidad internacional con fines sanitarios y la crisis económica derivada de la contención".
El Brexit contribuyó a través de las barreras a la migración a este país, tras el plan de salida del Reino Unido del espacio europeo de libre circulación.
El Reino Unido había sido, en 2019, el principal destino de la emigración portuguesa, habiendo sido destronado de esa posición en 2020 por Suiza.
Las cifras reflejan estos cambios, ya que, en 2020, emigraron al Reino Unido 18.000 portugueses menos que en el año anterior, lo que supone "la mayor caída del siglo en la emigración a este destino".
El informe indica que la emigración portuguesa continúa su senda descendente, iniciada en 2014 y que se explica por la "reanudación del crecimiento económico en Portugal, expresada en la revitalización del mercado de trabajo, con crecimiento del empleo y descenso del paro".
Elevada emigración
Según Naciones Unidas, cuyos datos se citan en este informe, Portugal fue, en 2019, el 26º país del mundo con más emigrantes.
En Europa, solo siete países tenían mayor población emigrante: Federación Rusa, Ucrania, Polonia, Reino Unido, Alemania, Rumanía e Italia.
En cuanto al número de emigrantes por la población del país de origen, Portugal tuvo una tasa de emigración del 26%. En este indicador, Portugal fue el octavo país del mundo con más emigrantes.
Portugal fue, en 2019, el primer país de la Unión Europea con más emigrantes en porcentaje de la población: el 25,7%.