La "petición urgente" fue hecha al Ministro de Administración Interna, reveló Carlos Moedas (PSD) después de una reunión de emergencia del Consejo Municipal de Seguridad restringida, a la que asistieron la PSP de Lisboa y la Policía Municipal, convocada por el alcalde.

"Pido al Gobierno más visibilidad de la policía en esta ciudad. Ahora ofrezco al Gobierno la posibilidad de tener puestos móviles, es decir, comisarías móviles, en la ciudad. La gente no está viendo a la policía en la calle y ofrezco al Gobierno la capacidad de hacerlo", dijo.

Defendió que estas comisarías móviles deberían estar en los lugares donde hay más turismo y más ocurrencias, concretamente en Cais do Sodré, Bairro Alto y Santos.

"Podemos incluso formar una asociación entre la policía municipal y la PSP, pero necesitamos puestos móviles en esta ciudad", añadió, aportando "lo necesario", para estas comisarías.

Denuncias

El alcalde dijo que esta reunión urgente con las autoridades se produce después de las quejas de las personas que trabajan en los restaurantes, en la noche y en el comercio, sobre la existencia de casos de violencia en estos lugares, incluyendo otra muerte, que se produjo este fin de semana.

"Tenemos un activo único en esta ciudad y es la seguridad. Y no lo podemos desaprovechar. Es una ciudad segura, pero en los últimos tiempos hemos visto, al menos en la percepción -los números pueden no indicarlo todavía-, un aumento de la violencia. Puede que no haya habido un aumento de la delincuencia en cifras, pero los actos de violencia que se están cometiendo me preocupan mucho", subrayó.

Se necesitan más policías

Carlos Moedas también pidió un aumento de personal policial, concretamente de la Policía Municipal, que cuenta con 450 efectivos cuando debería tener 600.

"Mi petición como alcalde es que estos números aumenten. Hay que dar mejores condiciones a los cuerpos policiales, hay que pagar mejor a los cuerpos policiales y hay que tener cuerpos policiales más efectivos. Esta es la base de todo", dijo, señalando que Lisboa está experimentando un gran aumento del turismo, pero también es necesario "defender a los lisboetas, que tienen que sentirse seguros en la ciudad".