El informe provisional del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), indica que, entre el 1 de enero y el 15 de octubre, se produjeron 10.449 incendios rurales, lo que supuso 110.007 hectáreas (ha) de superficie quemada, entre pueblos ( 54.801 ha), matorral (44.114 ha) y agricultura (11.092 ha).
En comparación con el mismo periodo de 2021, la superficie quemada se ha más que triplicado, ya que las llamas han consumido más de 82.796 hectáreas este año, y los incendios han aumentado un 40%, con 2.997 fuegos más.
"Comparando las cifras de 2022 con el histórico de los 10 años anteriores, se observa que hubo un 29% menos de incendios rurales y un 12% menos de superficie quemada respecto a la media anual del periodo. El 15 de octubre, el cuarto menor número de incendios y el quinto mayor valor de superficie quemada desde 2012", reza el documento.
Los datos provisionales muestran que los años con más superficie quemada en la última década fueron 2017 (537.131 hectáreas), 2016 (166.185), 2013 (157.327) y 2012 (117.870).
El mayor incendio hasta la fecha fue el que se inició el 6 de agosto en el municipio de Covilhã y que alcanzó la zona de la Serra da Estrela a lo largo de 11 días, habiendo consumido 24.334 hectáreas de bosque, seguido del incendio del municipio de Murça (Vila Real ) que en julio provocó 7.184 hectáreas de superficie quemada
Según el documento, julio es el mes con mayor número de incendios rurales, con un total de 2.629 incendios, lo que corresponde al 25% del total registrado este año, y ese mes es también el de mayor superficie quemada, 50.399. hectáreas, lo que representa el 46% del total.
El ICNF señala también que el valor de la superficie quemada real (110.007 ha) corresponde al 72% de la "superficie quemada ponderada", lo que significa que la superficie quemada en 2022 es inferior a la "esperable", teniendo en cuenta la severidad meteorológica (altas temperaturas, fuerte viento, ausencia de precipitaciones y baja humedad relativa) verificada.