En el Festival de Cine de Marrakech, el primer largometraje de Cristèle Alves Meira obtuvo el premio del jurado, presidido por el director italiano Paolo Sorrentino. En el Festival de Cine de Amiens (Francia), "Alma Viva" recibió una mención especial. Estos dos premios se unen a otras cinco distinciones, ya anunciadas el fin de semana, en el festival Caminhos do Cinema Português, en Coimbra.
En este festival, ganó los premios a la mejor dirección, al guión original, a la interpretación secundaria para la actriz Ana Padrão, el premio a la revelación para Lua Michel y el premio de la Federación Internacional de Sociedades de Cine.
Actualmente en cartelera en los cines portugueses, "Alma Viva" se centra en Salomé, una joven, hija de emigrantes portugueses en Francia, que pasa el verano en un pueblo con su abuela, con la que tiene una fuerte conexión espiritual.
Salomé será testigo de la muerte de su abuela y sospecha que ha sido envenenada por brujería por otra mujer del pueblo. Mientras la familia organiza el funeral, Salomé cree estar acompañada por el espíritu de su abuela e intenta vengar su muerte.
La película es también un retrato de la emigración portuguesa, de las familias que se dividen entre los que se quedan y los que se van, y de las complejas diferencias sociales y económicas que nacen de ello.
La historia de la película "se inspiró completamente en historias poderosas y misteriosas que escuché junto a la chimenea. Esas historias son casi como la memoria arcaica de Portugal, la matriz de nuestra cultura y quería volver a esas tradiciones y contar esas historias a través del cine, para estar en esa transmisión de la cultura", explicó Cristèle Alves Meira a la agencia Lusa, el pasado mes de mayo, poco antes del estreno en Cannes.
"Alma Viva", producida por Midas Filmes en coproducción con Francia y Bélgica, es la candidatura de Portugal a los Oscars de 2023.