La vacuna, que también puede detener el cáncer de pulmón, vejiga y riñón, se adapta a cada persona en unas pocas semanas y actúa enviando señales al organismo para que destruya las células cancerosas y evite su reaparición. Se trata de la tercera fase del ensayo, dirigido por el University College London Hospitals NHS Foundation Trust (UCLH), y los investigadores creen que ofrece esperanzas de curación
.Entonces, ¿por qué está aumentando el melanoma y qué más hay que saber sobre él?
¿Qué es el melanoma?
El melanoma se origina en los melanocitos -las células que producen la melanina, el pigmento que da color a la piel y ayuda a protegernos de la radiación UV- y se produce cuando las células anormales se extienden de forma incontrolada. Los principales síntomas son la aparición de nuevos lunares anormales y la aparición de lunares que están cambiando.
La lista de comprobación ABCDE puede ayudar a identificar si un lunar es anormal. Significa:
asimétrico (¿tiene el lunar una forma irregular?)
B - borde (¿tienen los bordes borrosos o dentados?)
C - color (¿tiene un color irregular con diferentes matices y tonos?)
D - diámetro (¿es el lunar más grande que los demás?)
E - en evolución (¿está cambiando, por ejemplo, empieza a picar, a sangrar o a formar costras?)
Estos cambios no siempre significan que tengas cáncer, y es importante recordar que algunos melanomas no presentan todas estas características, sobre todo en pieles negras y oscuras. El
principal tratamiento del melanoma es la cirugía, que resulta más sencilla si se detecta a tiempo.
Aveces también se requiere quimioterapia, radioterapia y fármacos
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Créditos: AP;¿Por qué aumenta el melanoma?
La Dra. Susan Mayou, dermatóloga consultora de la Clínica Cadogan, afirma que los dermatólogos están "diagnosticando sin duda más casos de melanoma" que en cualquier año anterior.
"Esto se debe en parte a la eficacia de la campaña de concienciación", afirma Mayou. "Más gente acude a los dermatólogos por lunares anormales que antes, y somos capaces de diagnosticar el melanoma, incluso el premelanoma, de forma precoz".
Sin embargo, el Dr. Mayou tiene claro que el número total de casos también ha aumentado, y añade: "La mayoría de los casos están relacionados con la exposición al sol, y ahora estamos expuestos a más rayos UV que antes".
¿Tiene algo que ver el cambio climático?
Dado que la exposición al sol es un factor clave en el melanoma, los expertos creen que el aumento de las temperaturas y los veranos más calurosos podrían estar influyendo en el aumento de las tasas de la enfermedad, y los científicos han pronosticado que 2024 podría ser el año más caluroso hasta la fecha.
La gente suele estar dispuesta a aprovechar al máximo el calor, pero como muchos británicos no están acostumbrados a exponerse al sol, puede que no siempre estemos atentos a aplicarnos FPS y protegernos la piel. Además, ahora es mucho más habitual irse de vacaciones a climas más cálidos.
¿Quién corre más riesgo?
Según el Dr. Mayou, hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de melanoma. "Hay una influencia genética", dice Mayou. "Uno de cada diez pacientes de melanoma tiene antecedentes familiares [de la enfermedad]".
El tipo de piel también puede influir. "Las personas con piel más clara que se quema con facilidad tienen más probabilidades de sufrir el tipo de daño cutáneo que causa el melanoma", añade Mayou. "También existe una enfermedad llamada síndrome del melanoma atípico familiar con múltiples lunares (FAMMM, por sus siglas en inglés), en la que quienes la padecen tienen más lunares que la media de las personas, con un aspecto anormal. No se trata necesariamente de un melanoma, pero las personas con FAMMM tienen un riesgo mayor".
Las personas que han estado expuestas a quemaduras solares durante la infancia también corren mayor riesgo, así como las que han utilizado camas solares.
¿Se puede prevenir el melanoma?
Según Cancer Research UK, más del 80% de los casos de melanoma en el Reino Unido se pueden prevenir. La clave está en proteger la piel del sol, poniéndose a la sombra en los días soleados, llevando sombrero y gafas de sol y aplicándose protección solar de forma generosa y regular (como mínimo, SPF 30, aunque la Dra. Mayou recomienda SPF 50).
"Y el SPF 50 sólo es SPF 50 si te lo pones muy espeso, pero casi nadie lo hace. Por tanto, hay que ponerse una protección solar lo más fuerte posible", añade. "Vigila tus lunares, y si empiezan a parecer un patito feo, ve al médico. Y no te pongas nunca una cama solar. No existe el bronceado seguro, a menos que salga de una botella".