En mis viajes me he encontrado con jardines sensoriales, y todos ellos están en lugares públicos, o quizá en un parque o un jardín especializado abierto al público. Pero, ¿por qué no crear uno en su propio jardín? Todo un reto, y habría que planificarlo.

Las personas ciegas o con problemas de visión quizá no puedan apreciar del todo los colores o el diseño del paisaje, pero los jardines sensoriales les ofrecen una forma única y encantadora de experimentar la naturaleza e involucrar sus otros sentidos.

Pero no hace falta ser ciego para disfrutar de un jardín sensorial, ya que un jardín bien diseñado puede apelar a todos los sentidos, y obviamente el olfato es el primero que nos viene a la mente, pero ¿qué hay del sonido? ¿el tacto? ¿el gusto? Estos otros sentidos pueden potenciarse con éxito para todos.


Una forma de conectar con la naturaleza


Los jardines sensoriales podrían permitir a alguien conectar mejor con la naturaleza, así como crear un espacio diseñado para fomentar la atención plena y reducir el estrés, y un jardín diseñado específicamente para personas con visión disminuida puede apelar a todos los sentidos sin abrumar a ninguno de ellos, independientemente de los conocimientos de jardinería que se tengan previamente. Un jardín sensorial puede tener efectos positivos, proporcionando una distracción valiosa para algunos, o un lugar tranquilo para relajarse para otros.


Olfato

Ni que decir tiene que la fragancia es un aspecto de vital importancia en los jardines sensoriales. Pero es importante elegir los olores con cuidado. Las fragancias demasiado potentes pueden resultar desagradables para las personas con una mayor sensibilidad a los olores, sobre todo porque la pérdida de un sentido aumentará la de los demás. Mezclar plantas con olores diferentes puede ayudar a la persona con discapacidad visual a orientarse en el jardín, como si fuera un mapa, y quizá saber que la lavanda es la primera parada le ayude a recordar la secuencia de "qué es lo siguiente", etc. Incluso la hierba tiene olor, sobre todo cuando está recién cortada.


Sonido

Añadir elementos sonoros, como campanillas de viento que tintinean o fuentes de agua que gotean, es una buena forma de hacer que tu jardín sensorial sea especial, y añadir una pileta para pájaros animaría a los pájaros y a los insectos a visitarlo, ya que ambos emiten sonidos reconocibles. Incluso los cambios en la textura de los caminos pueden crear sonidos diferentes que ayuden a alguien a moverse.


Toque

Los jardines sensoriales ofrecen una magnífica oportunidad para la exploración táctil. Plantas y flores con texturas interesantes: quién puede resistirse a tocar las aterciopeladas hojas de la violeta africana, por ejemplo, y las flores de algunas plantas, como el hibisco, la gardenia y la mayoría de los lirios, son sedosas al tacto. Otras, como el geranio perfumado, la melisa y la menta, desprenden su aroma al tocarlas. Las gramíneas ornamentales podrían incorporarse a una sección "táctil", ya que el tacto de las suaves frondas de la mayoría de las gramíneas es agradable para los dedos.

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Gusto

¿Qué plantas tienen buen sabor? Se podrían incluir capuchinas, onagra, hibisco y pensamiento, junto con algunas bayas, árboles frutales, verduras, hierbas y especias, pero cuando plante elementos comestibles, tenga cuidado de colocarlos en una zona que sea claramente diferente del resto del jardín, tal vez añadiendo una valla para separarlos.


Seguridad

La facilidad de navegación y la seguridad deben ser lo primero, por lo que es posible que se necesiten pasamanos para las diferentes pendientes, y hay que tener en cuenta los elementos plantados en línea recta. Las plantas deben ser fácilmente accesibles, por lo que hay que tener en cuenta los arriates estrechos, y no se debe plantar nada que sea obviamente espinoso o venenoso al tacto (o al gusto). Las rocas o las pequeñas vallas que bordean el jardín ayudarían a los que tienen bastones a abrirse camino, y si eres lo suficientemente entusiasta, las señales en braille te ayudarían mucho.

Escoge bien las plantas para que el jardín sea un éxito, y añade un banco o una silla en algún lugar tranquilo o a la sombra: un sitio donde sentarse y absorber tranquilamente los sonidos y los olores.


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan