Según el Executive Digest, en 2023, el impacto del precio de la vivienda sobre la renta disponible de las familias portuguesas registró el mayor aumento de todos los Estados miembros, un problema que no parece tener solución a corto plazo.
Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), analizados por Público, muestran que, en 2023, el índice que relaciona los precios de venta de la vivienda con la renta bruta disponible per cápita en Portugal alcanzó el 150,9, lo que supone un aumento de casi el 51% desde 2015.
Esta cifra es la más alta entre los países de la Unión Europea, excluidos Chipre y Malta, de los que no se dispone de datos. En comparación, el índice en la zona del euro se situó en 109, lo que representa un aumento del 9% en el mismo período.
La situación no es nueva, pero el reciente empeoramiento ha preocupado a las autoridades europeas. La Comisión Europea, en su evaluación anual de los Estados miembros, destacó la escasez de viviendas asequibles en Portugal como una "preocupación creciente".
A pesar de las medidas del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) y de otros fondos europeos, la oferta de viviendas sigue siendo insuficiente, agravada por el aumento de los precios y del crédito, así como por la creciente demanda de inmuebles para alojamiento local.