El Dr. Luo estaba sentado en el Hospital de Tórax de Shanghai, en la costa china del Pacífico, mientras el paciente era anestesiado en una cama de un hospital de Kashgar, en la región autónoma de Xinjiang.


El innovador método permitió a Luo transmitir instantáneamente su precisión y décadas de experiencia a través de tres husos horarios, inaugurando una era de la telecirugía que puede salvar miles de vidas en zonas rurales donde hay una importante carencia de personal médico experto.