En un comunicado, laAsociación Portuguesa de Hoteles, Restaurantes y Similares(AHRESP) se muestra contraria a la creación de una tasa turística aplicada por varios municipios, al considerar que existen "evidencias" que demuestran que "éstas aportan más costes que beneficios a la economía local".
Sin embargo, dado que "se trata de una realidad cada vez más inevitable" tanto en Portugal como en otros países, la asociación aboga por "un modelo de gestión tributaria que incluya a representantes de los agentes económicos, con poder de decisión sobre la inversión de los ingresos, priorizando la mejora general de la calidad de vida de los residentes", con vistas a garantizar un turismo "responsable, sostenible y regenerativo".
Por ello, "de existir un impuesto, éste debería aplicarse no sólo a inversiones que mejoren el atractivo turístico del destino, sino también a proyectos que beneficien a la población local, siguiendo una tendencia de turismo regenerativo, a través de inversiones por ejemplo en alumbrado público, limpieza urbana, transporte, o seguridad ciudadana, contribuyendo eficazmente al bienestar de la comunidad local y también de quienes nos visitan", sostiene.
AHRESP también subraya que el turismo "tiene un enorme potencial para ser una fuerza positiva de transformación de las comunidades" y garantiza que es "consciente" del "impacto" que tiene en determinados destinos.