Según un comunicado de la PSP, la operación nacional 'Pedreiras em Segurança' promovió "98 acciones de inspección en lugares donde se consumen explosivos de uso civil, concretamente lugares donde se extraen masas minerales, así como materiales inertes", que dieron como resultado la incautación de 485,54 kilos de explosivos, así como de otros materiales, y la apertura de 16 actas de infracción.
El almacenamiento sin licencia, los registros incorrectos relacionados con el sistema de trazabilidad de explosivos, la falta de libros de registro en los lugares o la ausencia de autorizaciones PSP en los lugares adecuados son algunos de los motivos que dieron lugar a las infracciones.
Además de casi 500 kilos de explosivos, el PSP se incautó de 79 detonadores, 40 kilos de pólvora, 617 metros de cordón detonante, 445 metros de mechas y 30 conectores, cifras que en casi todos los casos superan las incautaciones realizadas en las operaciones nacionales de 2023 y 2022 con los mismos objetivos de inspección.
El número total de faltas de este año duplica las registradas en 2023 (ocho) y los cerca de 485 kilos de explosivos incautados son seis veces más que los 75 kilos de 2023 y casi cinco veces más que los 100 kilos de 2022.
"Con este tipo de actividad operativa selectiva, la PSP pretende reforzar la seguridad ciudadana y la sensación de seguridad; concienciar a la industria extractiva, y a otros operadores, de la importancia de cumplir la normativa legal vigente en materia de utilización de explosivos de uso civil; así como contribuir a la reducción de accidentes relacionados con la utilización de explosivos de uso civil", explica la Policía en el comunicado.
De acuerdo con los datos divulgados por la PSP, 103 policías participaron en la operación, "involucrando todos los Comandos Territoriales de la PSP, el Departamento de Armas y Explosivos y también la Unidad Especial de la Policía, a través del Centro de Desactivación de Artefactos Explosivos y Seguridad Subterránea".