Los datos de inflación media sin vivienda registrados en agosto y difundidos por el Instituto Nacional de Estadística(INE) indican que, a partir de enero de 2025, los alquileres (incluidos los anteriores a 1990) podrían aumentar un 2,16%, al haber transcurrido 12 meses desde la última actualización.
Este valor corresponde aproximadamente a un tercio de lo que se fijó para la actualización de los alquileres en 2024, que ascendió al 6,94% y que fue la más alta de los últimos 30 años, al hilo del contexto inflacionista registrado.
Un año antes, la actualización se limitó al 2%, debido a la ruptura decidida por el Gobierno, sin la cual el incremento habría sido del 5,43%.
En un contexto de alquileres ya elevados, ese 2,16% se traducirá aproximadamente en un aumento de 18,36 euros para una renta actual de, por ejemplo, 850 euros.
Sin embargo, el valor del aumento puede ser mayor si el propietario ha decidido no modificar el alquiler en los últimos años y ahora opta por combinar los tres últimos coeficientes, lo que podría suponer un incremento superior al 11%.
Por ejemplo, en una renta de 850 euros que se ha mantenido, la combinación de los coeficientes de estos tres años (1,0200; 1,0694 y 1,0216) resultará en un incremento agregado de 97,20 euros, aumentando esta renta a 947, 20 euros mensuales.
Según la ley, si no lo ha hecho, el propietario puede actualizar la renta con referencia a los coeficientes de los tres años anteriores.
Con la ley Mais Moradia, los alquileres antiguos, anteriores a 1990, también pueden actualizarse según el coeficiente basado en la inflación media de la vivienda registrada en agosto, lo que significa que estos contratos pueden actualizarse en un 2,16% si han pasado más de 12 meses desde la anterior actualización (desde el 6,94%).