La propuesta de referéndum recibió los votos favorables de los diputados de PS, BE, Verdes, PAN, Livre; los votos en contra de PSD, Chega, IL, CDS, Aliança y PPM y la abstención de PCP y MPT.

La propuesta, que incluye dos preguntas, pasa ahora a los jueces del Palácio Ratton para que evalúen la constitucionalidad de la consulta a los lisboetas, que partió de una iniciativa ciudadana. El 8 de noviembre, el Movimiento por el Referéndum de la Vivienda entregó 6.500 firmas para promover el referéndum, que, si recibe luz verde del Tribunal Constitucional (TC), será el primero que se celebra en el país por iniciativa de un movimiento ciudadano.

El TC tiene ahora 25 días para estudiar las dos cuestiones y, sin obstáculos en el frente constitucional, corresponde al ayuntamiento que dirige Carlos Moedas disponer de cinco días para fijar la fecha del referéndum, que debería celebrarse entre 40 y 60 días después, es decir, en primavera.

La primera pregunta es si los lisboetas están de acuerdo en cambiar la normativa municipal AL para que la Cámara, en un plazo de 180 días, ordene la "cancelación de los alojamientos registrados en inmuebles destinados a vivienda". La segunda pregunta es si están de acuerdo en cambiar el reglamento de AL "para que no se permitan más alojamientos locales en inmuebles destinados a vivienda".

El Movimiento argumenta que las propiedades con licencia para vivienda no deben tener fines turísticos. La respuesta "sí" a la primera pregunta pone en riesgo el AL que existe en la ciudad, siempre y cuando el referéndum cuente con una participación superior al 50% de los votantes inscritos.