La concentración del AL en determinados barrios de Lisboa y Oporto ha atraído a más empresas centradas en el turismo y, por otro lado, ha provocado el cierre de empresas improductivas, incapaces de soportar la subida de los alquileres. Esta es una de las conclusiones del reciente estudio "The economic footprint of short-term rental on local business: Evidence from Portugal".
En el caso de Lisboa -donde actualmente hay 19.000 registros de AL- la mayor entrada de empresas centradas en el turismo se dejó sentir en las parroquias de Avenidas Novas, Santo António, Santa Maria Maior y Arroios. Y en Oporto -hoy con 10.000 establecimientos AL- hubo un mayor crecimiento de los negocios dirigidos a los turistas en el centro histórico. "Estas parroquias son precisamente donde hay un mayor número de AL", concluye el economista Francisco Nobre, uno de los autores del estudio, citado por Público.
Entre las empresas orientadas al turismo que han entrado en el mercado, los restaurantes y bares son los que más destacan. Y entre los principales "supervivientes" se encuentran los pequeños comercios del sector de la alimentación. En cuanto a las actividades más dirigidas a los residentes, se observa un "aumento significativo de las empresas de compraventa de inmuebles, construcción y consultoría".
El mismo estudio muestra también que el balance es positivo, ya que el número de nuevas empresas es seis veces superior al total de cierres, a pesar de que se crea una mayor delimitación entre zonas turísticas y zonas residenciales.