La prohibición ya se había instaurado en determinados espacios abiertos, como las paradas de autobús, pero ahora se ha ampliado a todas las zonas públicas, incluidas calles, parques e instalaciones deportivas.
La excepción a esta normativa son las zonas públicas donde es posible mantener una distancia de 10 metros entre las personas. La prohibición tampoco se aplica a los cigarrillos electrónicos.