En un comunicado, el grupo, que reúne a más de 20 organizaciones portuguesas que abogan por el declive de la aviación y por una movilidad justa y ecológica, afirma que las emisiones de esos jets "aumentaron de 277.000 toneladas de CO2 en 2023 a 283.000 toneladas en 2024", una cifra que corresponde a "las emisiones anuales de 141.000 portugueses".
Aterra asegura que las cifras presentadas son el resultado de la actualización de los datos de emisiones de los jets privados de la web privateaircrafts.eu, "operada por el investigador Jorge Leitão".
"Mientras se pide a la sociedad en su conjunto que reduzca las emisiones contaminantes, los jets privados y su contribución al cambio climático siguen batiendo récords", afirma, señalando que "Portugal es uno de los 10 países del mundo con mayores emisiones de jets privados".
Esta posición se debe a que la "filial europea de la mayor compañía de jets privados del mundo, NetJets Europe", que "posee la mayor parte de la flota portuguesa", tiene su sede en Portugal.
"En este escenario, Portugal se mantiene entre los 10 países del mundo con mayores emisiones absolutas de los jets privados, sólo por detrás de Estados Unidos, Canadá, Malta, Alemania, Reino Unido, México y Brasil", explica.
Para el movimiento, "los jets privados son el ejemplo más escandaloso de un sector cuyas emisiones siguen creciendo, y cualquier compromiso climático creíble implica el fin de los proyectos de ampliación de infraestructuras aeroportuarias y una reducción drástica del tráfico aéreo permitido en Portugal".
El fin de las exenciones fiscales sobre los billetes de avión y el combustible o la aplicación de un impuesto sobre los vuelos frecuentes son medidas sugeridas por Aterra como contribución a cambiar la situación.
Según un estudio publicado en noviembre del año pasado en la revista científica Communications Earth & Environment, las emisiones anuales de CO2 de la aviación privada aumentaron un 46% entre 2019 y 2023.
Los investigadores también descubrieron que algunos individuos que usan regularmente aviones privados pueden generar casi 500 veces más dióxido de carbono en un año que una persona promedio.
El CO2 es el principal de los tres gases de efecto invernadero (GEI) que más contribuyen al calentamiento global del planeta, junto con el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).