"La transición energética es un camino que debemos recorrer todos juntos, sin dejar a nadie atrás, y las zonas ahora aprobadas son el resultado de ello, garantizando una convivencia armoniosa y sostenible en el futuro", defendió el presidente de APREN, Pedro Amaral Jorge, en una respuesta escrita a Lusa.

La asociación formó parte del grupo de trabajo que participó en este proceso y destacó la implicación de las distintas comunidades locales, la necesidad de proteger la pesca y las comunidades pesqueras y la protección del medio ambiente, "con el fin de encontrar un denominador común que sirva a todos los actores".

El PAER define las áreas y volúmenes del espacio marítimo nacional para la exploración comercial de la energía eólica marina y fue aprobado por el Consejo de Ministros el 9 de enero y publicado en el Boletín Oficial del Estado el 7 de febrero.

APREN considera la aprobación del plan "un paso muy importante para hacer realidad la promesa de la energía eólica marina, y los probados beneficios económicos potenciales que aportará en el futuro", tanto en la producción de electricidad "limpia" como en la creación de una cadena de valor empresarial.

Esta cadena de valor, destacó, incluirá la construcción civil, la metalurgia, las infraestructuras portuarias, los operadores portuarios y los operadores navales, además de los diversos promotores que ya han mostrado interés en explorar estas áreas, "a pesar del abandono prematuro de algunos actores globales en este sector".

Tras la aprobación del PAER, se lanza la subasta para la exploración de las zonas definidas.

El proyecto, iniciado con el anterior Gobierno socialista, preveía la creación de un parque eólico marino en Portugal, con 10 gigavatios (GW) de potencia, y definía Viana do Castelo, Leixões, Figueira da Foz, Ericeira-Cascais y Sines como posibles áreas de exploración de energías renovables.

Varias asociaciones del sector pesquero han expresado su preocupación por el impacto en las comunidades pesqueras y la fauna marina, y la Evaluación Ambiental Estratégica del proyecto partía de la base de que la instalación de parques eólicos marinos "probablemente provocará el desguace de embarcaciones" y la reducción de la pesca.

El plan recientemente aprobado prevé una superficie total de exploración de 2.711,6 km2, cifra que incluye un área de 5,6 km2 en Aguçadoura (Póvoa de Varzim), para la instalación de proyectos no comerciales de investigación y demostración, lo que representa una reducción de 470 km2 en relación con la propuesta sometida a debate público, con la reducción del área en Viana do Castelo y la exclusión de la zona de Ericeira.