"Al menos durante esta legislatura, la videovigilancia no avanzará" en Évora, afirmó el alcalde, Carlos Pinto de Sá.
El ayuntamiento lleva cerca de dos años estudiando la instalación de videovigilancia en algunas calles del centro histórico.
Ahora la propuesta ha sido rechazada, con los votos a favor de los dos electos de la CDU, en contra de los dos del PSD y la abstención de los dos concejales del PS y otro del Movimento Cuidar de Évora(MCE), siendo válido el voto de calidad del presidente.
Tras señalar que la administración de la CDU "siempre ha sido escéptica con respecto a la videovigilancia", el alcalde argumentó que "Évora es una de las ciudades más seguras del país" y que en la ciudad "los niveles de delincuencia son muy bajos".
"Por lo tanto, no hay datos objetivos que justifiquen, desde el punto de vista de la delincuencia, en nuestra opinión, la necesidad de pasar a la videovigilancia", destacó, defendiendo la policía de proximidad como alternativa.
Pinto de Sá señaló que la instalación de videovigilancia en "media docena de calles y zonas" del centro histórico supuso "una inversión inicial de unos 740 mil euros" y "un coste de mantenimiento anual de más de 50 mil euros".
"Sopesando la eficacia y los costes, la relación coste-beneficio, a nuestro juicio, no es favorable y, por lo tanto, entendemos que no merece la pena seguir adelante", destacó, añadiendo que "corresponde a la Administración Central garantizar los fondos para cuestiones de seguridad".